Cuando Svetislav Pesic se hizo cargo de la nave del Power Electronics Valencia se encontró un barco a la deriva que zozobraba e iba directo a pique. Fichado de urgencias tras un verano en el que los dirigentes valencianos se movieron como pez en el agua, firmando a excelentes jugadores por debajo de su precio de mercado, el experimento con Manolo Hussein salió rana.

El serbio, con fama de entrenador duro, metódico y exigente, el hombre que llevó al Barcelona a la conquista de su primera Euroliga -ésa será siempre la espinita de Aíto, entrenador del Unicaja, en su larga etapa en la Ciudad Condal-, vio sentado al final de su banquillo la derrota del Power en Liubliana, aún en la primera vuelta de la Euroliga. Chechu Mulero, ex ayudante de Scariolo en Málaga, dirigió ese encuentro ante la atenta mirada de recién llegado.

Desde entonces, el Valencia ha cambiado como de la noche al día. El equipo ha subido su nivel, los jugadores españoles han tomado el mando y el Power, ahora sí, es poderoso. Rafa Martínez, a punto de llegar al Unicaja este verano, y Víctor Claver, la eterna promesa valenciana, han dado un paso adelante junto al base francés De Colo y al ala-pívot serbio Savanovic, ex del Cajasol.

Tras una limpieza mental, el equipo ha cambiado el chip. Para muchos, el Power tiene una de las mejores plantillas del básket europeo. Y no les falta razón. Con Pesic, los levantinos lo han ganado todo en la Liga ACB y son el equipo más en forma de la competición española, gracias a sus cuatro victorias consecutivas.

El equipo desquiciado en la Euroliga ha sido capaz de ganar también tres de sus cuatro compromisos, ganando al Panathinaikos en Atenas (69-73), al Efes Pilsen en La Fonteta (62-56), perdiendo en Moscú ante el CSKA (82-56) y derrotando al Milán a domicilio: 60-75. Ahora son cuartos y pasarán al Top 16 siempre y cuando el Power derrote al Olimpia esloveno y el Milán caiga en Atenas. Algo perfectamente lógico. Tiene, eso sí, las de perder en un hipotético triple empate con el Efes Pilsen, que visita al CSKA, ambos sin nada en juego.

El cambio más radical se ha producido en defensa. El nuevo Power muerde atrás. Y no es una hipérbole. Con Hussein, el Power Electronics era antepenúltimo de la ACB en la séptima jornada, con un balance de 1-6, y anotaba 75,2 puntos y encajaba 79,4.

Desde que Pesic llegó se han producido cuatro victorias consecutivas. El equipo es ahora undécimo, justo por detrás del Unicaja, del que sólo le separa un triunfo. Los valencianos transforman 80,2 puntos y, lo más importante, tan sólo le meten 67,5. Esos 12 puntos de diferencia le han permitido dar un salto de calidad.

Pesic exige el máximo en Málaga

Pesic llega a Málaga con todo. El partido se celebra mañana a las 12.30 horas en el Martín Carpena, y ha recuperado al pívot americano Augustine, aunque ha perdido por lesión al tirador Richardson. «Todo el mundo sabe que en la Liga ACB ganar fuera es muy difícil, especialmente contra los favoritos de la ACB, y uno de ellos es el Unicaja. Todos saben que Málaga es muy competitivo y muy agresivo, especialmente en casa, con mucha intensidad física, y esperamos un partido duro», advirtió ayer. La victoria, para ambos, se antoja clave en la guerra por clasificarse para la Copa.