El partido más importante en lo que va de temporada. Una finalísima en toda regla. El día en que fallar está terminantemente prohibido... Que cada uno le ponga el calificativo y la coletilla que quiera. El Unicaja-Lagun Aro de esta noche en el Carpena (21 horas) se los merece todos.

Y es que la Copa del Rey de Madrid pasa sólo por ganar hoy. Una nueva derrota liguera (van tres consecutivas) dejaría al equipo engullido en la parte media-baja de la clasificación, sin margen ya para remontar, salvo carambola de resultados más propio de la ciencia ficción que del deporte de elite.

Como diría un buen futbolero, hoy hay que ganar y por goleada. Porque lo más importante es superar la mala racha de resultados, pero también hay que mirar cara a cara al average, asunto éste clave para romper los empates a victorias el día que la Fase Regular alcance su ecuador y haya que elegir a los ocho primeros de la tabla.

La situación cajista en su diferencia de puntos a favor y en contra es la peor de todos los equipos que optan a un billete copero. Su -23 actual será un problema en cualquier doble, triple, cuádruple... empate que se tercie. Por eso, si se puede ganar por 15, mejor que por 14. Y si es por 9, mejor que por 8. Un punto, sólo un mísero punto más a favor o en contra, te puede llevar dentro de 18 días a la gloria de Madrid 2011 o a la miseria de quedarte en tu casa viendo la gran fiesta del básket español por la tele.

El partido debería ser poco más que un trámite para el Unicaja en condiciones normales. Es cierto que este Lagun Aro es la gran revelación de la temporada. Pero también es cierto que todavía no ha ganado a nadie de los ´grandes´. Es más, cayó con todo el equipo cuando visitó la Caja Mágica del Real Madrid (83-53) o cuando el Valencia viajó a San Sebastián (75-82). Normal si examinamos su plantilla, muy limitada en recursos humanos e incluso en presupuesto, algo así como tres veces menor que el del club de Los Guindos.

Pero el problema no estará hoy en la mayor o menor calidad del rival. Ni mucho menos. El problema estará en la cabeza de un Unicaja en una dinámica muy fea de resultados que ha hecho que lo que era un 6-3 en la tabla hace tres semanas sea ahora un 6-6 más que peligroso pensando que quedan sólo cinco jornadas para el final de la primera vuelta y que con 9 triunfos a lo mejor no basta (desde luego no, si no se mejora ese negativo average).

Aíto tiene la buena noticia de que no hay ningún jugador tocado para el partido. Deberá hacer un descarte entre los 13 jugadores sanos con los que puede contar esta noche. Lima, Printezis, Guille y Panchi se han repartido hasta ahora ese mal trago, aunque el base uruguayo parece que es hoy el que tiene más papeletas ya que ha dejado de contar e incluso ya se le busca equipo.

Ante un ultimátum como el de hoy, el papel de la grada se antoja fundamental. La ´marea verde´ está algo triste por las dos últimas semanas que ha dado el equipo, pero esta noche sería imperdonable que el Carpena no estuviera lleno de 11.000 fieles dispuestos a llevar a los suyos caminito de Madrid. Ya se sabe que cuando el Palacio hierve el rival se quema. Crear esa atmósfera, apoyar desde la rueda de calentamiento, ayudar en los malos momentos y olvidar errores pretéritos debe ser el espíritu navideño con el que la afición debe llegar al pabellón. Sólo así será más sencillo el doble objetivo: ganar y ´golear´.