Las líneas maestras del trabajo de la dirección deportiva de cara al inminente periodo veraniego ya están trazadas. El club busca desde ya en el mercado dos bases, un escolta, un alero y un ala-pívot. Eso, como mínimo, porque si Joel Freeland decidiera probar suerte en la NBA o diera el salto a un «grande» de Europa, entonces se ficharía un «center» para equilibrar el juego interior.

El consejo de administración de ayer sirvió para muchas cosas, sobre todo del día a día y de cuadrar cuentas, pero también para que los consejeros conozcan esas líneas maestras que el club quiere diseñar para rearmar un equipo que ha sufrido demasiado en los últimos tiempos.

Hablar de nombres, al margen del de Carlos Cabezas, es todavía prematuro. Se han ofrecido decenas de jugadores en todas las posiciones durante las últimas semanas, pero la verdad es que con el único que se ha entablado un inicio de conversación seria es con el base malagueño.

Pero sí se pueden ya dar datos de dónde se va a gastar el dinero el club. Así, según ha podido constatar La Opinión de Málaga, buena parte del presupuesto que maneje la dirección deportiva para realizar fichajes se destinará al base titular (con Cabezas se cuenta como segundo base), a un escolta anotador de primer nivel y al ala-pívot, aunque en este caso la cuantía sería inferior que en los dos anteriores refuerzos. O sea, que se quiere quitar de un plumazo las dos grandes taras que ha tenido el equipo esta temporada: un buen director de juego y un «francotirador».

Aunque es pronto, hay que tener en cuenta que el mercado no tiene fronteras para el club en este verano porque si DeVries no sigue y Darden tampoco, están libres las dos plazas de extracomunitarios.

El consejo de administración también ha decidido agotar los plazos que se estipulan en los contratos de todos los jugadores con los que el club tiene una opción de seguir (Valters, Peric, Darden, Payne, DeVries o Sinanovic). Cada uno tiene una fecha distinta y el Unicaja pretende estirar los tiempos porque hasta que no esté atado el sustituto de cada uno no se liberará al jugador de esa opción que tiene el club sobre él. Hay un caso muy especial, que es el de Berni Rodríguez, al que sí se le va a ofrecer seguir en la primera plantilla, aunque con una rebaja considerable en su ficha.

También está el club pendiente de que Garbajosa anuncie su decisión de retirarse o de que quiere seguir un año más, aunque el Unicaja no tiene claro sí le ofrecería, en ese caso, la renovación.

Otra cuestión que ya se sabía, pero que se puede decir que ya es oficial es el deseo del club de rescindir el año de contrato que le resta a Earl Rowland. El base americano de pasaporte búlgaro ha sido el gran fiasco de la temporada.

También se está muy pendiente del futuro de Joel Freeland. El jugador británico tiene dos años más de contrato, pero su futuro podría estar ligado a los Blazers de la NBA o incluso a algún grande de Europa –en el Barça siempre han asegurado que es un jugador de su interés–. Si él se fuera, entonces habría un fichaje más de los ahora previstos y Manolo Rubia buscaría otro hombre para la pintura.

De momento, habrá que esperar. El objetivo es tener un equipo competitivo, en el que el peso de la cantera sea muy importante.