Un madrugón a las cuatro de la mañana para estar sobre las cinco en el aeropuerto, un viaje de una punta a la otra de Europa -con escala intermedia en Dinamarca- y un cambio de temperatura de los 16 ó18 grados de estos días en Málaga a los 1-2 de Kaunas. Ésa fue ayer la hoja de ruta del Unicaja en su primer viaje del año camino del Zalgirio Arena, en el que esta tarde le espera el Zalgiris de Joan Plaza (18.45 horas/Marca TV).

El calendario, desde luego, no ha sido nada condescendiente con los verdes en esta primera semana de 2013. Hoy cita en tierras bálticas para la segunda entrega del Top 16 y el domingo, sin pasar por casa, examen final en Las Palmas para ir a la Copa del Rey de Vitoria. Una doble salida con mucho en juego.

Pero lo de Canarias hoy pasa a un segundo plano. O al menos, debería ser así. Porque jugar ante el Zalgiris requiere de los cinco sentidos y una máxima concentración. El equipo lituano es un ogro este año en Europa y el Unicaja deberá mostrar su mejor versión si quiere sumar una victoria que sería de un prestigio semejante a la conseguida hace ya varias semanas en Tel Aviv o a la del otro día ante el Barça en el Martín Carpena.

La verdad es que el partido de Kaunas es de ésos en los que hay mucho más a ganar que a perder. A estas alturas, Europa lo que te exige es ganar cuando juegas como local. Lo de sumar fuera es un premio que sirve para allanarte el camino. Por eso, los que están obligados esta tarde son ellos, que además perdieron en su estreno en Atenas, ante el Panathinaikos, y que se pondrían 0-2 en caso del anhelado triunfo verde.

Aunque todavía es muy pronto para hacer cábalas, la lógica dice viendo este grupo «E» continental que el Zalgiris será rival directo de los de Repesa en busca de un billete para cuartos de final. Nadie duda de que el CSKA y el Real Madrid serán dos de los cuatro clasificados. También el Panathinaikos suena como tercero en discordia para casi todos los entendidos. O sea, que el Efes turco, los de Kaunas y el propio Unicaja parecen condenados a pelear por la cuarta plaza en discordia, si es que Brose o Alba Berlín no se sublevan y se apuntan al carro. Vamos, que el de hoy es un partido en los que la victoria vale doble, caiga del lado que caiga.

La mejor noticia en la previa del partido es que en la expedición cajista que llegó ayer a primera hora de la tarde a Lituania no hay ninguna baja. Jasmin Repesa podrá contar con su «once» de gala para plantar cara al equipo báltico. Y buena falta hará que estén todos en condiciones porque esperan 40 minutos durísimos frente a uno de los equipos más en forma del continente y con una intensidad en su baloncesto difícil de aguantar.

El Zalgiris ha sido la gran sorpresa de la primera fase europea. El equipo de Plaza cerró la primera liguilla con 8 victorias y sólo dos derrotas, idéntico récord que el Unicaja. El equipo báltico sorprendió por su balance de victorias/derrotas, pero sobre todo por su baloncesto alegre en ataque e intenso en defensa, una combinación de lo más atractiva para el espectador.

El partido reunirá a muchos rostros conocidos. Tremmell Darden se verá las caras por primera vez contra su exequipo, aunque cuando mire al otro lado de la pista sólo le sonarán de vista Zoric y Lima. Repesa volverá a reunirse con su exjugador en Roma, Ibrahim Jaaber, y con su combo-guard en la selección croata, Marko Popovic. También se saludará afectuosamente el técnico del Zalgiris, Joan Plaza, con Earl Calloway y Txemi Urtasun, exjugadores suyos la pasada temporada en el entonces denominado Banca Cívica de Sevilla.

Otro aliciente es el majestuoso escenario de la cita de esta tarde. El Zalgirio Arena, inaugurado hace poco más de un año, es la pista más impresionante de la Euroliga. Con capacidad para cerca de 15.000 espectadores, tiene una asistencia media en lo que va de temporada de 14.185 fans, siendo la cancha de la máxima competición continental que más aforo cubre. Un auténtico lujo para un Zalgiris que al amparo de los suyos se hace todavía más peligroso.

Pero, ¿quién dijo miedo? El Unicaja buscará hoy iniciar el año a lo grande. El triunfo sería dar un paso de gigante camino de los cuartos de final. La derrota, sólo un tropiezo que todavía tendría margen de recuperación. Tiene pinta de que será un partidazo. Ojalá el equipo dé su mejor versión. Si no, será prácticamente imposible.

Un rival con números de equipo puntero en el baloncesto europeo. El Zalgiris demuestra con sus números su buen papel esta temporada en Europa. Tras el Barcelona, es la segunda mejor defensa del continente y además el cuarto mejor ataque, lo que le convierte en un equipo agresivo atrás y determinante en campo ofensivo. En la tabla que acompaña esta información se puede observar que el Unicaja sólo supera en las estadísticas al equipo lituano en capacidad reboteadora y asistencias. En porcentajes de acierto, los lituanos aciertan más desde todas las partes del campo.