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La previa

Unicaja-Limoges: basta con ganar por uno

El Martín Carpena acoge al Limoges por primera vez y con la idea de mantener el pleno y allanar el camino al Top 16 - Markovic es duda y Stefansson no forzará

Unicaja-Limoges: basta con ganar por unoLa Opinión

El Martín Carpena, 14 años después, acogerá al Limoges francés, un histórico del baloncesto europeo, que debió «estrenar» el Palacio en la final de la Copa Korac de 2000 pero que tuvo que trasladarse a Ciudad Jardín por los problemas en la cimentación y en la cúpula de la instalación malagueña. El Unicaja-Limoges de esta noche es muy diferente a aquel último enfrentamiento entre ambos en Málaga, aunque el encuentro de hoy puede ser decisivo para encarrilar el pase al Top 16 de la Euroliga. Los malagueños dominan el Grupo B con un balance de 2-0, como el CSKA Moscú, y situarse con ese idílico 3-0, antes de medirse a los huesos de Maccabi y CSKA, sería muy importante para respirar con suma tranquilidad.

El equipo de Joan Plaza goza hoy de una excelente oportunidad. Y no necesita ganar por «22+1», como en aquella finalísima de la Korac en Ciudad Jardín, sino que con ese «1» le es suficiente. Vencer, a un rival muy correoso como el Limoges, se antoja vital para poder estar con los de arriba y no pasar los apuros del pasado curso, cuando una canasta en el último segundo del último partido de la última jornada de la Fase Regular clasificó a los cajistas para la segunda fase europea.

El principal hándicap para acercar a Málaga esa tercera victoria continental es, según Joan Plaza, el propio Unicaja. Opina el entrenador, según lo explicó ayer en rueda de prensa, que cuando un equipo va invicto, camina sin derrotas y más «chulo que un ocho», puede caer en la humana costumbre de relajarse. El nombre del rival no asusta. Sabemos que el Limoges ha sido muy grande, pero hace ya dos décadas. En el último lustro, los galos han visitado las mismas entrañas del infierno, con su descenso administrativo a la Tercera División de la Liga de Francia. Así que su nombre ya no suena a grandeza. Y, en esta tesitura, Plaza se teme que sus hombres piensen más en el disfraz de Halloween que en lo que se les va a venir esta noche encima.

Para colmo, las lesiones han vuelto a visitar a la plantilla costasoleña. Hay problemas serios para poder ser competitivos, porque ni Stefan Markovic ni Jon Stefansson están bien. El base realizó parte del trabajo en el entrenamiento de ayer tras ser baja martes y miércoles por una contusión en el dedo pequeño de un pie. El martes caminaba cojo y el miércoles no pudo vestirse de corto. Hizo ayer algunos ejercicios y hoy se probará en la sesión de tiro matinal.

También calibrará su estado el islandés Stefansson. El escolta terminó la sesión del miércoles con un problema en el aductor. Los médicos pensaban que era algo pasajero, pero ayer no pudo trabajar junto a sus hombres. Su ausencia es casi un hecho, aunque no se le quiere descartar completamente y dependiendo de su evolución hoy jugará o se quedará en el banquillo vestido de calle. Todo apunta a lo segundo... Así están las cosas en la enfermería malagueña, que ha recuperado a Fran Vázquez tras su aparatosa lesión del domingo con Tavares.

Plaza vestirá a Kenan Karahodzic, que sustituye a Carlos Suárez. El alero madrileño es baja segura, una semana más, y se espera que entre con el grupo la próxima semana. Karahodzic tendrá hoy una buena oportunidad para demostrar sus muchas cualidades. En la pretemporada rindió a gran nivel y hoy volverá a jugar como alero alto, puesto que ocupa con Plaza, ya que en el Clínicas actúa como «cuatro» abierto. Y dependiendo de qué ocurra con Markovic y Stefansson entrará en acción Morayo Soluade. Romaric Belemene, que ya ha debutado con Plaza en la ACB, estará también muy pendiente. Los dos harán tiro por la mañana y estarán alertas para jugar por la noche.

La rotación exterior se queda muy corta, porque el Limoges es un equipo que exige mucho en el apartado físico. Su base está compuesta por jugadores galos y africanos, muy atléticos y físicos, con más calidad física que talento.

La Fase Regular de la Euroliga castiga cualquier despiste en casa. El Alba Berlín dejó claro que cualquiera puede complicarte la vida y que el que ha llegado a este nivel es porque se lo merece. El Limoges, vigente campeón de la Liga en Francia, quiere reverdecer viejos laureles y ha demostrado, venciendo al Cedevita, que es el gran candidato a pelear por las dos plazas del Grupo B que tanto CSKA como Maccabi dejen libres. Los rusos, visto lo visto por ahora, están a otro nivel. El Maccabi, que la pasada semana cayó humillado en Moscú, ayer se levantó de un salto hundiendo al Alba en Berlín. Ese equipo peligroso y que le dio al Unicaja un susto de muerte el pasado viernes no fue capaz de plantar batalla ayer ante los macabeos en su pista del O2Arena: 69-84.

Los despistes se pagan carísimos en una liguilla a sólo diez partidos y con escasísimo margen de maniobra. El Unicaja hoy debe jugar un buen partido, superar las lesiones y las bajas y firmar un 7-0 en el inicio de curso que sería muy meritorio. En sus manos está.

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