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Tribuna

Aviso a navegantes

Qué bonita queda cualquier celebración del deporte de la canasta, que tenga lugar en esta bendita tierra. Sea una Copa del Rey, un play off, incluso un partido de Liga Regular, siempre se viste de fiesta y se embellece entre las paredes del Martín Carpena. Estoy convencido de que la ACB estará más que encantada con la disputa de esta Supercopa en Málaga. Es el comienzo oficial de la temporada 2015/16 y no encuentro un mejor marco para inaugurar la temporada que el coso malagueño, que hace de cualquier encuentro un motivo de algarabía; pues imagínense cómo se vive una competición en la que participan los mejores cuatro equipos de la temporada pasada en la Liga Endesa. Es el inicio de la temporada y el ambiente es el de una fase final, una pequeña muestra para que los nuevos jugadores de nuestro equipo vayan conociendo lo que van a tener tras de sí todo el año.

Y para colmo, la guinda al pastel la puso el Unicaja en su magnífica semifinal frente al todopoderoso Real Madrid, que el año pasado copó todos los títulos posibles y que en esta nueva andadura es apeado del primero de los trofeos en disputa por el conjunto que actúa como anfitrión en esta Supercopa. Y los de la Costa del Sol pasaron a la final con todas las de la ley, realizando un completo partido y con un nivel bastante alto para las fechas en las que andamos, una magnífica noticia para todos los aficionados malagueños que salimos del Carpena con la satisfacción de comprobar que no sólo seguíamos en la misma línea del pasado curso, sino que el conjunto malagueño da muestras de estar incluso un escalón por encima de la temporada pasada.

En estos inicios quizás sea demasiado pronto para hacer una valoración profunda del equipo, sea en un sentido o en el otro, pero lo que no cabe duda es que desde el encuentro de ayer noche, los pupilos de Joan Plaza tienen de su lado a toda su afición. No puede haber mejor presentación en sociedad que la que hizo el Unicaja en su semifinal ante el conjunto blanco que se vio superado y desbordado por el buen juego y la intensidad que del cuadro de Los Guindos.

Mas allá del acierto y de las buenas acciones que pudimos ver ayer, este conjunto transmite muy buenas sensaciones, tiene una gran pinta, cada vez que realiza una rotación el equipo mejora y encuentra alternativas muy diferentes de juego, con la riqueza que eso supone y la dificultad que entraña para el rival que no es capaz de coger la medida en ningún momento del choque. Esa variedad en el juego, que le permite jugar con tres pequeños, con aleros altos jugando de cuatro, con dos bases, con varios tiradores al mismo tiempo, con pivots muy móviles a pesar de ser muy grandes, hace que mantenga un ritmo alto todo el encuentro, tanto en defensa como en ataque y una gran cantidad de alternativas ofensivas, con amenazas constantes desde mucha de las situaciones del juego.

Es tan sólo un encuentro de principio de temporada, pero también un aviso para navegantes y un aperitivo para la nueva fiesta que se prepara hoy con el concurso de triples y con la final ante el Barcelona esta misma tarde-noche. Un nuevo motivo para disfrutar de este deporte en uno de los mejores marcos en los que se puede hacer en España, el Jose María Martín Carpena.

*Dani Romero es exjugador del Unicaja

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