El Unicaja tiene un espía en la plantilla. Cuando el viernes acuda al Carpena el Darussafaka dogos, un jugador de la plantilla malagueña conocerá bien los pormenores del club turco. Es Stefan Markovic, que hace sólo dos temporadas militó en la ya poderosa Liga de Turquía, donde el base firmó un gran curso en el Banvit, campeón de la Fase Regular. El Banvit se encuentra en la ciudad de Bandirma. «Es una ciudad más pequeña que Estambul, que está más al sur», explica Markovic. «Cuando yo jugué allí ya había dinero en Turquía, comenzaban a llegar mejores jugadores y había ya grandes equipos», cuenta el jugador, que se ha ganado un papel protagonista en este Unicaja.

Markovic es el líder en minutos del equipo (23:00) y ha jugado en la pista del Darussafaka. Campeón de la Fase Regular, luego el Banvit cayó en los play off en semifinales ante el Galatasaray.

Allí, en el Galatasaray, jugó una temporada antes (2012/13) Boniface Ndong, ahora en el cuerpo técnico del equipo malagueño. El expívot africano acabó su carrera en el básket turco, donde firmó su último gran contrato.

También en ese año estuvo en Turquía el americano Will Thomas. Sin duda, él ha sido el que peor recuerdo se ha llevado de su experiencia a los pies del Bósforo. Thomas jugó en el Pinar Karsiyaka, donde salió de malas manera y denunciando al club. El Tribunal de Arbitraje de FIBA tuvo que intervenir y le dio la razón al pívot cajista, ya que el club otomano no había cumplido con su contrato.

Thomas recibió tras la denuncia 35.000 dólares por bonus y atrasos, otros 2.500 dólares por no facilitarle un coche en sus 10 meses en Turquía y otros 1.850 más por otros bonus. Además, el club tuvo que abonar las costas, y pagar al agente del jugador, el italiano Mario Scotti, 24.000 euros más intereses.

También jugó en Turquí un ex del Unicaja, Vlade Stimac. El pívot, que fichó hace un mes por el Estudiantes, se ha desvinculado y ha fichado por el Estrella Roja.