La Copa del Rey 2017 se ha alejado de Málaga. La ACB negociaba ayer con Gran Canaria las condiciones de pago del canon íntegro que exige la competición, una cantidad a la que las instituciones malagueñas no pueden llegar. La ACB pide a la sede organizadora el pago de un canon que asciende a 870.000 euros más el 21% de IVA. En total, 1.052.700 euros. Una cantidad a la que Málaga no puede llegar. El Ayuntamiento de Málaga, la Diputación Provincial y la Consejería de Turismo y Deporte han puesto sobre la mesa una oferta que ronda los 850.000 euros. Una cifra importante, ya que ninguna de las instituciones tiene presupuestada esta asignación. Pero las tres coinciden en que la Copa es muy buena para la «salud» de la ciudad, la pone en el mapa y, lo más importante, trae a unas 10.000 personas durante cuatro días en una época, el mes de febrero, de temporada baja.

Málaga y la ACB negociaron durante la pasada semana, tras «caerse» Madrid, cuyo gobierno, liderado por «Podemos», no ha querido afrontar el pago de esa cantidad. La Costa del Sol estaba dispuesta a ayudar a la ACB y proporcionarle un escenario, unas condiciones y una calidad insuperables. Y la ACB estaba por la labor, porque de repente se encontró sin sede. Y mover toda su estructura a Málaga le es rentable.

Sin embargo, el Cabildo de Gran Canaria ha irrumpido de una forma brutal. En Las Palmas se está viviendo una verdadera fiebre por el básket. El título de la Supercopa ha enloquecido a la ciudad. El propio consejero de Deportes del Cabildo grancanario, Ángel Víctor Torres, se reunió con el presidente de la ACB, Francesc Roca, en la Copa de Vitoria. Las Palmas tenía concedida la Copa 2018 y todo apunta ahora que se le adelantará la de 2017. Las Palmas gana fuerza y Málaga se aleja de esta Copa. ¿Para 2018?