Todo vuelve a «lucir» un poco más en el Unicaja. Tras una pasada temporada muy dura, ahora el equipo se ha recompuesto y transmite una alegría que se echó mucho de menos el pasado curso. Tras un verano que en julio se daba por cerrado y que trajo convulsas novedades, desde el corte de Mbakwe hasta la larga espera por N’Diaye, el Unicaja de Joan Plaza comienza a carburar.

Es un equipo nuevo, con unas ideas nuevas y un estilo diferente al de otros cursos. Este Unicaja quiere jugar más por fuera, ha fichado a un perfil de jugadores diferentes y ayer mismo Plaza explicaba que, como entrenador que quiere crecer, se está adaptando al estilo de sus jugadores, no al revés.

Tras el inicio de curso, con dos derrotas ante Real Madrid y Zaragoza, el Unicaja ha levantado el vuelo y ha logrado vencer los cuatro siguientes encuentros, de forma consecutiva. Ganar cuatro partidos, con la exigencia de la ACB, y ya metidos en la Eurocup, no es moco de pavo. Tiene muchísimo mérito. Y el Unicaja, a pesar de todos los problemas surgidos en la pretemporada y a la lesión de Nemanja Nedovic, se ha repuesto. El equipo ha ganado de forma consecutiva a Fuenlabrada (85-98), Herbalife Gran Canaria (89-78), Buducnost (62-86) y Tenerife (72-73). Cuatro de cuatro y, además, con una dificultada añadida. Y es que tres de esas cuatro alegrías han llegado a domicilio, lejos del calor del Martín Carpena. Y ganar en Fuenlabrada y Tenerife no va a ser tarea fácil para los equipos de la ACB.

Sacar adelante cuatro partidos consecutivos no es nada sencillo. Un dato esclarecedor es que el Unicaja no fue capaz de ganarlos el pasado curso 2015/16. El equipo comenzó muy dubitativo, con muchos errores. Y cuando logró ponerse en orden, con la salida de Richard Hendrix, los malagueños sí que fueron capaces de volver a ganar con más solvencia en la ACB. Pero sus tropiezos en la Euroliga le impidieron hilvanar una buena racha de victorias consecutivas.

Tras perder contra el Barça en el Palau Blaugrana, el Unicaja fue capaz de lograr cuatro triunfos consecutivos en un excelente mes de marzo en la ACB, ganando al CAI (77-69), Baskonia (56-83), Bilbao (82-77) y Joventut (70-59). Pero fueron victorias que se salpicaron con las derrotas en el Top 16 de la Euroliga, ante Estrella Roja (72-78, el 18 de marzo), Anadolu Efes (87-67, el día 25) o Lokomotiv: 81-60.

Luego el Unicaja fue capaz de sumar dos rachas con tres partidos ganados de forma consecutiva, pero no pudo llegar a esos cuatro que sí que ha conseguido este curso.

Y es que hay que remontarse al Unicaja del comienzo de temporada de 2014/15 para ver una racha con al menos cuatro triunfos. Dos años ya, lo que da idea de lo complicado que es sumar este tipo de rachas cuando estás jugando al más alto nivel.

Fue, probablemente, el curso más completo de Joan Plaza en Málaga. Y comenzó de campanillas, con el mejor arranque en la historia del club. Los malagueños fueron capaces de lograr ocho triunfos de una tacada en su mejor inicio de siempre. El Unicaja ganó, de forma consecutiva, al Andorra (83-69), Laboral Kutxa (79-88), Cedevita (63-78), Manresa (81-65), Alba Berlín (87-84), Gran Canaria (67-74), Limoges (75-69) y Gipuzkoa (74-59). Ese ocho de ocho fue espectacular. Tuvo que ser el CSKA en Moscú quien rompiera la racha verde (95-85). El equipo hizo historia.

Hoy, ante el Bayern Múnich, el Unicaja tiene la posibilidad de ampliar su buena racha a cinco triunfos. El Martín Carpena tiene la llave. La afición debe estar al lado del equipo y respaldarle en esta Eurocup, que tantas alegrías puede dar esta temporada.