Victoria de Unicaja a pesar de Toolson y de Markovic

Ya llueve menos. Afortunadamente. El Unicaja ganó anoche al Zenit ruso, puso pie y medio en la segunda fase de la Eurocup, cerró su minicrisis de resultados y, sobre todo, apagó un incendio dentro y fuera de la cancha que amenazaba con complicar la vida a un equipo al que la irregularidad le está matando en este inicio de la temporada.

Solo los que están en el entorno más próximo del equipo verde y de los despachos recién estrenados de las oficinas de Los Guindos saben lo importante que fue el 93-86 de anoche. Perder habría sido dramático. Un paso atrás de consecuencias casi irreparables. Por suerte, el equipo ayer supo gestionar su ansiedad, paliar las bajas de sus dos pívots ­-Musli también se cayó del partido a última hora por una gastroenteritis­- y soportar cada arreón del rival, con Markovic repartiendo asistencias de todos los colores y Toolson anotando de forma compulsiva desde el 6.75.

En una noche muy importante, ante un Carpena expectante, el equipo supo jugarle al rival. Fue casi siempre por delante y siempre reaccionó cuando el Zenit más apretó. Sin Musli ni N´Diaye, los otros tres interiores y Dani Díez emergieron para multiplicarse. Suárez jugó de «4» y de «5», Díez, de «4», Okouo fue titular, Brooks mejoró sus prestaciones...

El equipo estuvo más acertado que en los últimos partidos, aunque muchas veces dio impresión de jugar desordenado. Pero ayer el único objetivo ante los de San Petersburgo era ganar, aunque fuera de tiro libre injusto en el último segundo. Por eso no era día de exigir tiki-taka y sí de celebrar que el equipo ha sacado la cabeza del pozo.

Todos los focos apuntaban a Markovic y a Toolson, y los dos excajistas brillaron en su máximo esplendor. El escolta norteamericano fue una pesadilla para todos sus defensores, hizo 35 puntos, con 7 triples incluidos. Por momentos pareció imparable. Espectacular fue la dirección en pista de Stefan Markovic. Repartió la friolera de 14 asistencias, solo tres menos que todo el Unicaja junto (17).

El triunfo equilibra la clasificación 2-2 al llegar al final de la primera vuelta de la liguilla continental. No son los números esperados, pero valen para asegurarse virtualmente el pase al Top 16. Por delante quedan cuatro partidos más para tratar de mejorar en la tabla y encarar la segunda fase en una posición más dominante, la que debe tener un club con un pedigrí continental tan importante como el que presenta el Unicaja y su currículo de década y media seguida en la elite del baloncesto del Viejo Continente.

La afición estuvo fría. Incluso se oyeron pitos en la presentación a Joan Plaza. Leves, pero hubo música de viento, algo impensable hace no mucho. A la «marea verde» le costó entrar en el partido, pero cuando más anotaba Toolson y cuando mejor pasaba Markovic, más chilló la grada para aupar a los suyos hacia el triunfo.

El técnico cajista también mostró otra cara en el banquillo. El catalán, ni ante el UCAM ni ante el Joventut, sacó a pasear la magia de su pizarra. Más bien al contrario, perdió el duelo de banquillos con Quintana y con Ocampo. Anoche, el técnico, acuciado por las bajas, rotó a sus hombres con sapiencia, apostó por los que estaban mejor en cada momento y el desenlace final le premió con el triunfo.

Fue un choque de toma y daca. Con más emoción que juego. El Unicaja entró muy bien en el partido. Tiró de Okouo para el quinteto inicial y el Zenit solo las vio venir: 7-0, 16-9, 22-14...

Toolson, con licencia en este equipo para tirar lo que quiera y desde donde quiera, fue el que mantuvo a los suyos en el partido ya desde el principio. Sus 16 puntos antes del descanso valieron para que el equipo ruso viviera su primera ventaja en el marcador, aunque la ametralladora mormona no pudo colocar a los suyos por delante en el intermedio: 49-45.

El equipo vivió un momento complicado tras el descanso. Toolson puso a los suyos 2 arriba, pero un par de triples ayudaron a que el guión volviera a ser el de la primera parte, alcanzando el minuto 30 con 7 de ventaja, 66-59. En el último cuarto, un triple de Suárez, con 83-81, resultó decisivo para la victoria final. Un triunfo tan necesario como merecido, tras los 40 minutos de anoche. El domingo, más. Llega el Bilbao Basket al Carpena.