El Unicaja ya está en Vitoria, en la sede donde se celebra, a partir de este jueves, la Copa del Rey. El equipo malagueño, por órdenes de la ACB para esta Copa, ha tenido que adelantar un día su viaje, algo que no ha gustado demasiado a Joan Plaza, que hubiera preferido viajar el día antes, en vez de hacerlo con 48 horas de antelación al encuentro de este viernes ante el FC Barcelona (21.30 horas).

La ACB quiere que los ocho equipos que disputen el torneo copero estén en la ciudad organizadora del evento el miércoles por la noche, para que el jueves ya todos puedan jugar o entrenar en el Buesa Arena. Así que al Unicaja no le ha quedado más remedio que adelantar su viaje hasta Gasteiz y se ha trasladado del Carpena al aeropuerto a las 17.15 horas y desde allí voló a Bilbao. La Copa de Vitoria tiene muchos factores positivos, pero también alguno negativo. Su aeropuerto es muy pequeño, por lo que los vuelos suelen llegar a aeródromos cercanos. La mayoría viaja a Bilbao, como es el caso del Unicaja, que tomó un vuelo regular desde la capital de la Costa del Sol a Bilbao.

Desde la ciudad vizcaína, la expedición verde se montó en un autobús hasta Vitoria, un recorrido de apenas una hora. Los malagueños cenaron en el hotel de concentración, el Lakua, un cinco estrellas a la entrada de la ciudad.

Antes de marcharse a Vitoria, el Unicaja se entrenó por la mañana y recibió la dulce visita de algunos aficionados, que le regalaron dos palmeras gigantes de chocolate al equipo para desearle buena suerte. Fue un acto muy simpático, e incluso estuvo presente el máximo dirigente del club, Eduardo García.