El Unicaja sigue siendo un destino muy apetecible para los jugadores. Y, muy especialmente, para los que ya han estado en Málaga. Carlos Jiménez, el director deportivo del club verde, está recibiendo en estos últimos días una catarata de ofrecimientos de jugadores. El Unicaja necesita para reconstruirse un base de primer nivel, un combo, un ala-pívot y un pívot, más allá de un quinto interior. Y los agentes telefonean al ejecutivo verde, con nombres de jugadores, para que el club estudie si pueden o no llegar a ser interesantes para su proyecto.

Entre estos nombres ofrecidos y, también, en los comentarios que se producen en el mercado sobre el equipo malagueño, llama poderosamente la atención el gran número de excajistas que vuelven a estar en la órbita del Unicaja. Algunos nombres son metidos con calzador por sus agentes, otros no llegan nunca a ser del gusto del club y algún nombre sí que puede convertirse en una opción de futuro. Pocos jugadores se marchan de Málaga cerrándose puertas. Y la mayoría desea volver. Porque es un club de elite, por una ciudad como la costasoleña y porque aquí se cobra al día y existe siempre un gran ambiente para trabajar y jugar.

Hay jugadores y nombres que, como la mítica serie «Verano azul», siempre retornan por estas fechas. El nombre de Jayson Granger vuelve a escucharse por Málaga. El base charrúa, que jugó dos años en el club, fichó por el Baskonia este pasado verano después de que los dos clubes llegasen a un acuerdo, pues el Unicaja tenía sus derechos. A «Jay» le falta aún otro año en Vitoria, pero no parece que exista buena disposición del Baskonia por cumplirlo. A Granger, evidentemente, no van a faltarle «novias». Su ficha está fuera del alcance del Unicaja. Pero este verano, el Unicaja quiere fichar a un base de las máximas garantías y está, además, dispuesto a convertir a ese base en el mejor pagado del equipo. El jugador, por su parte, siempre ha dejado muy claro su deseo por volver a Málaga.

El club recibió el ofrecimiento de Christian Eyenga, que tuvo un gran impacto en el play off de la pasada temporada en Málaga y que ha jugado este año en el Fuenlabrada. Allí firmó un año y ha rendido a gran nivel. Acaba su vinculación y fue ofrecido al club, pero el Unicaja tiene completo ya su juego exterior, tras la renovación de Waczynski, y la continuidad de Sasu Salin, Dani Díez y Dragan Milosavljevic.

También han llegado opciones de exjugadores para el puesto de pívot. Y, además, se trata de hombres que han estado en Málaga muy recientemente. Un pívot que queda libre es Dejan Musli. El serbio acabó de forma precipitada su aventura en el Unicaja por la decisión de Joan Plaza de prescindir de él. Musli firmó una primera temporada muy buena en el club hasta su lesión de tobillo. Tras recuperarse le costó encontrar su nivel. En su segundo año de contrato, Plaza no le dio ninguna opción y él se marchó al Brose. Allí ha vuelto a recuperar sus mejores sensaciones. Ahora está libre.

También acaba su contrato en el Estrella Roja el esloveno Alen Omic. El pívot tuvo un gran impacto en el tramo final del pasado curso, cuando el club ganó la Eurocup. Incluso en esta campaña, tras la lesión de Gio Shermadini, se puso a tiro. Pero el Unicaja no quiso darle los dos años de contrato que pedía. Omic pertenece a la misma agencia de representación, la que dirige en España David Carro, que Augusto Lima. Criado en Los Guindos, «Gus» busca equipo tras una experiencia en el Besiktas turco y marcharse luego al Xinjiang Flying Tigers de la Liga China para acabar la temporada en el UCAM de Murcia.

Quien sí que tiene muchas papeletas para volver a la que sí que es su casa es Fran Vázquez. El veterano pívot puede encajar en el puzle del Unicaja como quinto pívot. En ello están las dos partes, aunque todo dependerá de cómo se va formando la estructura del equipo y el «juego» de cupos. El Unicaja tiene sólo tres (Alberto Díaz, Dani Díez y Carlos Suárez). Fran es el que mejor lo tiene.