El Unicaja culminó este martes ante el Skyliners alemán su aterrizaje en la temporada 2018/19. La pretemporada había arrojado más sombras que luces y se cernían sobre el equipo las lógicas dudas que desprendían sus malos resultados durante la fase de preparación. El equipo comenzó el 28 de septiembre un nuevo ciclo, midiéndose a un rival directísimo como el Valencia, y ganando con máxima solvencia (86-73). Inició ahí un arranque exprés con cinco partidos en sólo 12 días, con tres choques a domicilio y sólo dos en casa, alternando ya la Liga Endesa y la Eurocup. El resultado de este primer balance es de tres triunfos y dos derrotas, y unas sensaciones realmente positivas.

El Unicaja ha competido en todos los encuentros, tuvo en su mano ganar en Vilnius en su debut de Eurocup (derrota por 80-72) y estuvo más que solvente en el tropiezo ante el Real Madrid (89-82), donde reaccionó en un gran tercer cuarto y remontó 15 puntos en contra. Tres victorias en este inicio para estar con un balance de 2-1 en ACB y un triunfo y una derrota en Eurocup. En estos cinco encuentros, el Unicaja ha transformado un promedio de 84,8 puntos y recibe 77. La muestra es bastante representativa, porque de los cinco rivales a los que ya se ha medido el Unicaja, uno es el todopoderoso Real Madrid y otro, el Valencia Basket.

La Opinión ha pulsado el punto de vista de los responsables de este Unicaja: entrenador y jugadores. Y la conclusión es que este balance es muy positivo. El propio Luis Casimiro explicaba sentirse muy satisfecho. «El equipo ha demostrado que es capaz de competir, que en esa competencia hemos sacado partidos adelante. Que los que no hemos ganado se ha competido durante muchos minutos y en otros hemos sido irregulares. El balance, con un comienzo difícil como teníamos, sin descansar, con un balanceo duro, es para estar satisfechos. Hay que ser autocríticos y saber que tenemos cosas por mejorar y mantener las que estamos haciendo bien. Con el comienzo de Liga que hemos tenido y con sólo dos paridos en casa, pues hay que estar satisfechos y desde ahí poder seguir creciendo».

Adam Waczynski representa bien cuál es el termómetro del equipo. Sin estar brillante, el polaco está cumpliendo con las expectativas. «Han sido días muy difíciles para nosotros, con muchos partidos y muchos viajes. Muchas veces con viajes difíciles y largos, entonces estamos contentos. Hemos ganado el primer partido de la Eurocup en casa y eso es importante. En la Liga estamos bien, luchamos hasta el final contra el Real Madrid. Ahora esperamos en casa al Gran Canaria, y tenemos una gran oportunidad para hacer el 3-1 en la ACB. El equipo puede jugar mucho mejor, todos nos estamos ajustando a un nuevo entrenador, nuevos compañeros, nuevos roles en el equipo, con minutos diferentes, pero creo que estamos bien, luchamos siempre cuando estamos en la pista. Hay mucho para trabajar, pero en este momento de la temporada estamos en el buen camino».

Giorgi Shermadini también está yendo de menos a más, como el equipo. «Pienso que estamos en una nueva situación con algunos nuevos jugadores, trabajamos duro cada día. Tenemos nuevos sistemas de juego y todo es nuevo ahora, así que vamos a mejorar mucho». Jaime Fernández, una de las caras nuevas del proyecto, también cree que el equipo progresa de forma adecuada. «Mi balance es bueno, estamos creciendo, aunque tenemos cosas que mejorar. La línea del equipo está siendo bastante buena, con mucha intensidad y un día juega mejor uno y otro día juega mejor otro, pero el equipo de momento está sólido y creciendo poco a poco. Estamos tranquilos porque de momento el equipo está creciendo y es bueno ganar siempre».

También acaba de aterrizar Mathias Lessort, y el francés también cree en lo que se está haciendo por el momento. «Estamos haciendo un buen trabajo, hemos competido siempre, en las dos derrotas llegamos hasta el último cuarto con opciones y pudimos haber ganado perfectamente esos partidos, pero de las derrotas se aprende y dimos siempre buena imagen. Cuando se gana siempre es positivo para el equipo porque aumenta nuestra confianza, remató el pívot».