Cuando el 28 de septiembre, el Unicaja abría la temporada 2018/19, el que más y el que menos se contentaba con un inicio lo menos «doloroso» posible. El calendario era durísimo: Valencia y fuera a Vilnius, Fuenlabrada y Madrid. Y el equipo malagueño no había dejado muy buenas sensaciones en su pretemporada, con más derrotas que triunfos, y la problemática del «Virus FIBA», con sus famosas ventanas que depoblaron el Carpena.

La llegada de un nuevo entrenador, tras la salida de Joan Plaza y la contratación de Luis Casimiro, contrastó con la permanencia del núcleo de la plantilla. Hacía mucho tiempo que no se mantenía a media docena de jugadores, algo que siempre suma.

El Unicaja cambió las dudas por la alegría en su debut ante el Valencia Basket. El cuadro verde jugó un partido muy completo y ganó 86-73, con un papel muy coral y mostrando, desde el inicio, cuál iba a ser su ADN: juego rápido en ataque, mucho movimiento de balón, posesiones sin consumir segundos y que pasen siempre por el pívot y mucho lanzamiento exterior. En ese partido, además, hubo momentos estelares y puntuales de cada uno de los fichajes: Brian Roberts, Jaime Fernández, Kyle Wiltjer y Mathias Lessort. Un gran inicio que luego quedó solapado con el debut en la Eurocup, en un encuentro jugado a rachas, sin la constancia necesaria y que el Unicaja perdió en la pista lituana de Vilnius tras un viaje accidentado: 80-72. El Unicaja tenía cuatro partidos en 10 días. Un examen en toda regla, ya que había que jugar tres encuentro lejos de Málaga. El equipo viajó directo a Madrid para medirse al Fuenlabrada, donde Jaime Fernández firmó uno de sus primeros «shows» de este curso.

El base-escolta madrileño se ha convertido en la gran revelación de la temporada. De sobra era conocido su desparpajo, su primer paso tan explosivo y su mejoría, demostrada con la selección española en las «Ventanas FIBA». Pero de ahí a pasar a liderar a un equipo como el Unicaja había un largo trecho. Y Jaime se puso la capa de Superman en Fuenlabrada para rubricar su mejor partido como profesional: el combo batió el récord de triples en la ACB del Unicaja (8) y rompió sus topes personales en puntos (28) y valoración (32).

Jaime ha sido luz sobre la que el Unicaja ha ido consolidando este nuevo proyecto, con un equipo muy coral, que estuvo a punto de sorprender al mismísimo Real Madrid. A minuto y medio para el final, el Unicaja iba arriba en el electrónico pero el Madrid acabó imponiéndose por 89-82.

Desde ese 7 de octubre, el Unicaja no ha vuelto a perder un partido. Ha unido seis triunfos consecutivos. Mostrando, además, opciones diferentes y un juego que compagina estilos que difieren según las necesidades. El Unicaja ha ganado jugando a la carrera y divirtiéndose, como hizo ante el Skyliners alemán (91-64); o bajando al barro, igualando el nivel físico y de agresividad rival, como ocurrió frente al Unics Kazan ruso (82-80).

El listón para medir estos diez primeros encuentros es, además, muy alto. El Unicaja se ha medido ya al campeón de ACB y Euroliga (Real Madrid), a un club de Euroliga como el Herbalife, a su gran rival (Valencia Basket), a un coco de Eurocup como el Unics ruso o ha visitado pistas muy calientes y complicadas como las de Fuenlabrada y Manresa. Lo peor de este arranque, la lesión de Alberto Díaz. Estará un mes y medio fuera de las pistas por una rotura muscular.

Las estadísticas (ver cuadro en la parte superior) son realmente llamativas. El Unicaja anota 88,5 puntos por partido, supera los 100 puntos de valoración y tiene un gran acierto en el triple (40%). ¿A mejorar? Defensa y rebote, especialmente. Pero, como dijo Luis Casimiro el pasado sábado tras ganarle al Tecnyconta, esto sólo está empezando y hay mucho por mejorar. Esta semana: Turín (miércoles) y Burgos (sábado). Dos trampas.