Su nombre, Juanma Rodríguez Cáceres, quizás no les dice nada. Pero su nick en Twitter «OrientaGaona» seguro que sí les suena. Y es que Juanma es uno de los aficionados del Unicaja más activos en las redes sociales. Si alguna vez han estado en el Martín Carpena o han visto algún partido de los cajistas por la tele seguro que también lo ubican si les digo que es «el de las pancartas», ese aficionado que siempre tiene un mensaje de ánimo para cada jugador de la plantilla verde.

Juanma acaba de pasar por un trago bastante amargo, el peor de su vida, pero que afortunadamente ya es historia. Ha estado un par de semanas aislado en el hospital, días en los que su amor al baloncesto ha sido decisivo para superar la enfermedad. En total, 14 días ingresado en el Parque San Antonio con un coronavirus bastante agresivo, que le dejó muy maltrechos sus dos pulmones y que le ha obligado a un reseteo personal para salir adelante en lo físico y en lo anímico.

«Ingresé el viernes 13 de noviembre con una neumonía doble. Lo he pasado muy mal. Mi familia y el básket han sido los sustentos que me han ayudado a no tirar la toalla en ningún momento», apunta el colaborador de este diario, que una vez se corrió la voz de que estaba en el hospital recibió mucho cariño incluso de varios jugadores de la primera plantilla verde y algún ilustre «ex» que es historia viva del club de Los Guindos.

«A pesar de lo mal que me encontraba, no quería perderme la actualidad del equipo. Mi amigo Miguel me dejó las claves del Movistar para ver los partidos de Liga y también vi los de Europa porque tengo DAZN», explica.

La propia plantilla verde conoció la noticia de su enfermedad cuando Juanma llevaba ya varios días en el Parque San Antonio. «El primero que lo supo fue Rubén Guerrero porque es el padrino del CB Platero de Marbella y mi primo, Alejandro Rodríguez, es el presidente de este club. Rubén me mandó un vídeo de apoyo. Fue un subidón para mí muy grande porque el único contacto que tenía con el mundo exterior era a través del móvil. Me supuso un chute de fuerza. Todo lo que recibía de fuera era un acicate para seguir luchando».

El día 18, el Unicaja viajó a Podgorica para jugar con el Buducnost. Ese día, Juanma le envió un mensaje al excajista Berni Rodríguez, que comentaba junto a Mel Otero, también colaborador de este diario, el partido a nivel nacional en los micrófonos de DAZN. «Le pedí que me dedicaran la victoria en la tele. Berni es un tío encantador. Me contestó tras el partido porque no vio mi mensaje antes de la retransmisión. Me llamó para saber qué me pasaba y estuvimos un buen rato hablando. Como es tan buena gente fue otro subidón», dice.

El siguiente fin de semana, el Unicaja jugó en Madrid contra el Estudiantes. «Esa mañana fue un día clave para mi recuperación anímica y mental. Sobre las 11 de la mañana recibí la mejor sorpresa posible. Unos amigos se acercaron a saludarme ya que la ventana de mi habitación daba al paseo marítimo. Pero lo más emocionante fue que estaban acompañados por mi mujer y mis hijos, que también habían dado positivo y era su primera salida de casa tras dos semanas. Lloramos y reímos a través de la ventana y me trajeron una pancarta que puse en la habitación (#SinPapiNoHayParaíso). Al rato me trajeron mis padres la camiseta del subcampeonato de la 94/95. Me la puse para ver el partido. Sabía que íbamos a ganar. Encima fue clave en el último cuarto Waczynski, que es uno de lis ídolos. Lo viví a tope, como si estuviera en el Carpena», recuerda.

«Cuando acabó el partido le mandé un audio a Waczynski, diciéndole que había jugado increíble y que es un fenómeno. También le mandé un mensajillo a su mujer, Natalia. Con ella hice una videollamada muy chula en la que le conté todo lo que me estaba pasando, hablamos un rato, lloramos, reímos... Le pedí que le dijera a Adam que me llamara. Al poco, recibí su llamada. Estuvimos un rato hablando, me dio mucho ánimo y me dijo que tenía muchas ganas de verme. Ese día fue redondo para mí con el apoyo de la familia y del Unicaja».

Los días posteriores, ya en mejor estado físico y mental, le envió un mensaje por Twitter a Carlos Suárez. «Él me llamó. Es un tío espectacular. Hablamos de la temporada, de lo divino y de lo humano. Eso fue otro subidón, como los mensajes y las llamadas que recibí de periodistas amigos del mundo del baloncesto como Emilio Guerrero, Fali Molina o Javier Ortiz, el exjugador de baloncesto Mikel Cuadra... Su apoyo me valió de mucho», recuerda.

Afortunadamente, Juanma ya está libre del virus. En su casa trata de recuperar la normalidad, todavía algo débil después de 14 días en los que el COVID quiso complicarle la vida, pero la familia y el baloncesto fueron el antídoto perfecto para acabar con el bicho.