Liga Endesa

Fuenlabrada 85 - Unicaja 117: La octava maravilla

El equipo cajista arrasó este sábado en el Fernando Martín con un vendaval ofensivo que permitió superar varios récords históricos del club y seguir sumando triunfos a la clasificación de cara a la Copa del Rey

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7... y 8. El Unicaja logró este sábado ante el Carplus Fuenlabrada (85-117) la octava victoria en 11 jornadas de Liga Endesa. Y no solo eso, sino que también es el octavo triunfo consecutivo entre ACB y Basketball Champions League. El momento de forma del Unicaja es absolutamente pletórico. El mejor en años. ¿Quién lo hubiera dicho en septiembre? Esté quien esté en la pista, ¡qué lujo!

El Unicaja ha acostumbrado a su afición a estar en un estado de felicidad absoluto. La «Marea Verde» no lamenta una derrota desde el 23 de octubre en la pista del Joventut (74-65). A partir de ahí, no solo han llegado victorias, sino que también se ha podido ver un ‘baloncesto premium’. El equipo anota, defiende, lucha, rebote, pasa el balón, disfruta, sonríe... y todo lo hace como un grupo coral, ofreciendo el talento al servicio de todo el colectivo. 

Este balance de 8-3 mantiene al conjunto malagueño en los puestos más altos de la clasificación de la Liga Endesa. En pasadas ediciones, los últimos equipos han accedido a la Copa con 9 victorias y un buen average. El Unicaja tiene 8 en la jornada 11. Por lo que salvo catástrofe colosal, que no se espera ahora mismo por lo demostrado hasta el momento, los de Los Guindos ya tienen prácticamente un pie en Badalona para el próximo mes de febrero. ¿Como cabeza de serie? Esa es la gran incógnita a resolver.

No estuvo Nihad Djedovic este sábado contra el Fuenlabrada por un proceso vírico. Ya advirtió Ibon Navarro que no sabía si iban a poder estar todos, pero el trabajo del resto de sus compañeros fue encomiable. Tyson Carter ya acostumbra a brillar en cada partido (21 puntos), pero la gran noticia de este sábado fue David Kravish: 25 puntos (9/10 en tiros de 2) y 28 de valoración. Rozando la perfección el tiro. Sin embargo, por encima siempre está el grupo y esta vez superaron tres récords históricos cajistas: puntuación (117), valoración (157) y asistencias (33).

Vendaval ofensivo

El Unicaja fue un vendaval ofensivo desde el segundo 1 del partido. Después de confirmarse como un equipazo en defensa, el talento para anotar ya sale a raudales. Con solo 3 minutos de juego, el resultado era de 10-17. Kravish -tocado por los ángeles-, Brizuela, Barreiro... todo el que tiraba conseguía sumar. El Fuenlabrada dio un pequeño acelerón de la mano de Kromah y Senglin (17-21), pero este equipo es una máquina indestructible que ataca cada vez mejor (21-35).

Pero es que no se quedó ahí. El marcador cajista en 11 minutos era de 41 puntos. ¡41 puntos en 11 minutos! Sin tiros forzados, haciendo un baloncesto fácil y cogiendo confianza en cada acción (30-52, min. 17). Todo eso sin perder ni un ápice de atención a la defensa. Fuertes atrás y eficaces en ataque, solidarios en ambos lados de la cancha... Incluso con 19 de ventaja (35-54), Ibon Navarro pidió un tiempo muerto porque no quería desconcentración. Una primera mitad de sobresaliente (37-56)

El Unicaja estaba de dulce en ataque. El único punto de fuga atrás estaba siendo la pintura y, en concreto Ristic. El serbio hizo daño, pero más hizo Carter (48-67). Un talento ofensivo como pocos en la liga. A partir de ahí, el Unicaja manejó la ventaja a su «gusto» con varias marchas menos atrás. El partido llegó al minuto 27 con un 52-70. ¿Quién anotó sus primeros puntos en ese instante? Tyler Kalinoski, que había sido de los mejores frente al Zaragoza, jugó poco por faltas. Esa es la mayor grandeza de este equipo. Poco le importó al estadounidense. Él y Will Thomas pusieron el 62-83 después de que el rival se hubiera puesto a -13.

Poco hubo que decidir en el último cuarto. El ganador ya estaba claro (63-87). Ya fue cuestión de engrosar estadísticas y de mejorar un average cajista que roza la perfección (140). Este equipo compite los 40 minutos, destroza a los rivales en el tramo final por la rotación de banquillo, sonríe y gana, que al final es lo más importante. El Unicaja sumó el punto 100 a falta de 5 minutos. Hubo tiempo para que Mario Saint-Supéry siguiera teniendo ritmo con el primer equipo y fue, precisamente, el canterano el que colocó en el marcador el 117, máxima anotación del Unicaja en su historia (85-117).

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