Baleares avanza contra el turismo de excesos

Desde el decreto se ha reducido el número de accidentes en Baleares en casi un 90%

Imagen sant antoni ibiza

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Palma, Calvià y Llucmajor en Mallorca y Sant Antoni en Eivissa, son los principales puntos de Balears donde el turismo de excesos ha dejado su huella, dando a estas zonas una imagen de inseguridad que afecta directamente al turismo, principal motor económico de las islas. Sin embargo, desde hace unos años, el Govern balear ha impulsado una serie de campañas y medidas para frenar los comportamientos incívicos de algunos turistas y conseguir que Balears sea un destino turístico seguro. 

Con el objetivo de concienciar a los turistas británicos sobre los riesgos que implica el consumo excesivo de alcohol y otras sustancias, el ejecutivo autonómico ha trabajado en de manera conjunta con la embajada y los consulados del Reino Unido en las islas. Desde 2018, gracias a estas colaboraciones, las cifras relacionadas con accidentes serios, consecuencia de prácticas peligrosas como el conocido ‘balconing’, se han visto reducidas significativamente. En concreto, entre 2018 y 2023, en la zona de Magaluf, en Mallorca, los accidentes más serios se han visto reducidos en un 90% y en Sant Antoni, en Eivissa, un 87,5%.

Imagen magaluf

Imagen magaluf / Stephen Rose ©.

En 2020 entró en vigor el decreto ley contra el turismo de excesos, que ha supuesto también un importante avance en la transformación del tipo de turismo de Balears. En la última reunión de la Comisión para el Fomento del Civismo en las zonas turísticas celebrada en mayo, las distintas administraciones hicieron balance de la aplicación de este decreto en 2022.

El conseller insular de Turismo de Mallorca, Andreu Serra, detalló que el Consell de Mallorca levantó durante la temporada turística de 2022 un total de 50 actas de infracción: 34 correspondientes a establecimientos hoteleros y 16 a establecimientos no hoteleros. Por su parte, el Ayuntamiento de Palma, a través de su coordinadora general de Seguridad Ciudadana, Joana María Adillón, informó de que su balance, más allá del decreto de excesos, se saldó con más de 7.000 actas de denuncia por comportamientos incívicos y por no respetar las ordenanzas municipales.

En Calvià, según los datos facilitados por su alcalde, Alfonso Rodríguez, en 2022 el Consistorio abrió 34 expedientes sancionadores. Once de ellos fueron por infracciones consideradas muy graves y que, además de la multa económica correspondiente, supusieron el cierre de los establecimientos en los que se cometieron. En concreto, por vender bebidas alcohólicas, por prácticas denigrantes o hipersexualización de la persona -especialmente de la mujer-, y por tener dispensadores de alcohol en un establecimiento sin personal de control. El resto de expedientes incoados fueron por infracciones graves como hacer publicidad para incentivar el consumo de alcohol con ofertas del tipo barra libre o ‘happy hour’, ‘balconing’ o hacer publicidad y comercializar ‘party boats’ y recoger o devolver a clientes de este tipo de fiestas en la zona de Magaluf. También se sancionó a cuatro establecimientos por no cumplir con la obligación que tienen de informar expresamente sobre el contenido de la normativa vigente.

Imagen Foto 3 pequeña

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En cuanto a Sant Antoni, su concejala de Gobernación y Medio Ambiente, Neus Mateu, detalló que se levantaron doce expedientes.

Por su parte, la dirección general de Salud y la de Consumo informaron de la apertura de once expedientes sancionadores. La dirección general de Comercio inició otras treinta actas de sanción que han concluido con 22 expedientes sancionadores, cinco pendientes de revisión y tres que se han archivado.

El concejal de Turismo del Ayuntamiento de Llucmajor, Ginés Sáez, no ofreció en la reunión cifras concretas sobre las actuaciones realizadas durante 2022.

En este mismo encuentro, las administraciones renovaron su firme compromiso en la lucha contra el turismo de excesos de cara a la temporada turística que ahora arranca, siempre con el objetivo de que llegue el día en el que este tipo de turismo haya quedado completamente erradicado en las islas.