La decisión está tomada. Susana Díaz firmará el próximo lunes el decreto de disolución del Parlamento andaluz y la convocatoria de elecciones adelantadas para el 22 de marzo. Ese mismo lunes, por la tarde, está convocada la ejecutiva regional del PSOE andaluz donde Díaz explicará las causas de la ruptura del pacto de gobierno con Izquierda Unida y el día siguiente, martes, en el Consejo de Gobierno, la presidenta de la Junta de Andalucía escenificará la ruptura del acuerdo con IU y cesará a los tres consejeros de esta formación que llevan las competencias de Administración Local y Relaciones Institucionales (el vicepresidente Diego Valderas); Fomento (Elena Cortés) y Turismo y Comercio (Rafael Rodríguez).

Aunque la decisión de retirarles las competencias a los tres consejeros de IU aún no está tomada, fuentes socialistas consultadas por este periódico aseguran que si uno de los argumentos que maneja la presidenta Díaz para adelantar los comicios es la «desconfianza e inestabilidad» del Gobierno andaluz no tendría sentido disolver la Cámara autonómica y convocar elecciones dejando a Valderas, Cortés y Rodríguez como consejeros en funciones y sentados en el consejo de gobierno.

A falta de la confirmación oficial por parte de la propia presidenta andaluza, que ayer desde La Algaba (Sevilla) seguía lanzando mensajes que abonaban el terreno para un adelanto electoral, la Diputación Permanente del Parlamento andaluz decidió ayer fijar para el próximo lunes la convocatoria de un pleno extraordinario, de urgencia, a propuesta del presidente de la cámara, el socialista Manuel Gracia, que pondría fin a la IX legislatura si tras su celebración, como todo apunta, Susana Díaz firma el decreto de convocatoria electoral con fecha de 22 marzo.

Para llegar a esta fecha (un domingo antes del comienzo de la Semana Santa), la presidenta tendría que firmar el decreto de convocatoria electoral el lunes próximo, día 26, de forma que salga publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) el martes 27 de enero, último día para cuadrar la fecha del 22 marzo, según la ley electoral andaluza.

Lo que ya nadie duda en Andalucía es que en marzo habrá elecciones autonómicas y ahora queda por ver cómo se escenifica la ruptura anunciada desde hace días.

Los argumentos públicos para romper el pacto por parte de los socialistas es la desconfianza y la inestabilidad del Gobierno andaluz. En el PSOE atribuyen el cambio de estrategia al diputado malagueño de IU y candidato a la coordinación general de la formación en España, Alberto Garzón, que impulsó en Andalucía un distanciamiento con el PSOE y que, para contentar a sus bases y paliar los efectos electorales de Podemos, logró que en diciembre se aprobara convocar un referéndum en junio de este año para que se decidiese la continuidad de IU en el Gobierno andaluz.

El coordinador general de IU en Andalucía, Antonio Maíllo, y el propio Diego Valderas han tratado de reconducir la situación aludiendo una y otra vez a que garantizan la estabilidad del gobierno que preside Díaz e incluso anunciaron hace dos días que la famosa consulta no llegará a celebrarse en junio por que no ha sido convocada aún. Izquierda Unida trata de salvar un pacto ya insalvable y Valderas hizo ayer un último intento e introdujo una pieza nueva en el puzzle: «IU gobernará hasta el último segundo», lo que significa que los tres consejeros de Izquierda Unida no dimitirán en sus consejerías a la espera de que sea la propia Susana Díaz la que los cese para transmitir a la opinión pública que ellos no han dinamitado el pacto. Puede darse la circunstancia de que el actual consejero de Turismo cancele su presencia en la feria turística de Fitur, que empieza el próximo martes.

Queda, por tanto, ver cómo reestructura la presidenta de la Junta un Gobierno andaluz en funciones. Según fuentes socialistas -que dan por hecho la destitución de Valderas, Rodríguez y Cortés- lo lógico será que sus competencias sean asumidas por otras consejerías como ya sucedió cuando Díaz le retiró las competencias de Vivienda a Elena Cortés en abril de 2014 por el pulso que mantuvo por el realojo de familias en la Corrala La Utopía. Esta fue la primera gran crisis de gobierno y la propia Díaz reconoció semanas más tarde que barajó entonces adelantar las elecciones en Andalucía.

Si la presidenta se decide por repartir las competencias, estas mismas fuentes apuntan que el actual consejero de Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, asumiría las del vicepresidente Valderas (Administración Local y Relaciones Institucionales); la consejera de Agricultura y Ordenación del Territorio, María Jesús Serrano Jiménez, podría hacerse cargo de Fomento; y el consejero de Educación, Luciano Alonso, gestionaría un área del que ya fue titular, Turismo y Comercio.

La convocatoria del pleno extraordinario provocó ayer que todos los dirigentes políticos dieran por hecho el adelanto electoral, más cuando de las declaraciones de ayer de los dirigentes de PSOE e IU se desprende que la crisis es irreversible. Los dos partidos se acusaron mutuamente de propiciar la ruptura del pacto y la federación de izquierdas mantiene la amenaza de que este divorcio afectará a los pactos que haya que realizar en los ayuntamientos tras las municipales del 24 de mayo.

Por su parte, el Partido Popular mantiene su idea de que este adelanto electoral obedece sólo y exclusivamente a los intereses particulares de Susana Díaz, ya que aseguran que la intención última de la presidenta andaluza es «huir» de la comunidad para disputarle al secretario general del PSOE las primarias para ser candidata a la presidencia del Gobierno. Afirmación que Díaz niega.

El presidente del PP-A, Juanma Moreno, introdujo ayer otra reflexión después de que se conociera el miércoles que sólo un adelanto electoral paralizaría la declaración de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán ante el Tribunal Supremo por el caso de los ERE. En un auto judicial del tribunal se recogía que en caso de que hubiera elecciones anticipadas en Andalucía se anularía la declaración para no interferir en los comicios.

Este nuevo escenario electoral que se precipita (las autonómicas tocarían en marzo de 2016) sorprende a los partidos pensando en las municipales y con unos candidatos, Moreno y Maíllo, que requieren aún más recorrido temporal para aumentar su grado de conocimiento y cimentar su discurso político, amén de que la efervescencia nacional de Podemos no tiene aún los mismos efectos en Andalucía, donde deberán armar a contrarreloj candidaturas en todas las provincias bajo el liderazgo de la eurodiputada Teresa Rodríguez.

El más que seguro adelanto electoral ha provocado un efecto mariposa en el PSOE nacional y sobre el liderazgo de Pedro Sánchez, que ayer anunció que había conversado con Díaz, negó cualquier diferencia con ella y se sumó a la tesis de que ve «razones objetivas» para adelantar los comicios.