El Hospital de Guadalhorce se prometió en el año 2004 por Manuel Chaves. Estamos en 2015 y el hospital permanece equipado, pero cerrado. ¿Cómo puede tardar la Junta de Andalucía 11 años en abrir un hospital que debe atender a 100.000 personas?

Como dice está construido y equipado. Es cierto que hay retraso en su puesta en marcha, fundamentalmente por la crisis económica. Nuestra intención es ponerlo en marcha por fases durante 2015. Se trata de una apuesta por dotar a esta comarca, que atiende a una población de referencia de 110.000 habitantes, con un centro nuevo de alta resolución, pese a la cercanía a la capital. La previsión es atender anualmente 95.500 consultas de especialistas, 74.000 urgencias y 3.500 intervenciones quirúrgicas.

¿Qué proyecto estrella tiene para Málaga?

Seguir apoyando los sectores que funcionan, como el turismo. Abordaremos un plan autonómico para impulsar la renovación de la planta hotelera andaluza, en el que Málaga tendrá un protagonismo especial, y adaptaremos la formación para que lo que demanden las empresas se tenga más en cuenta. Málaga ha vuelto de la ITB de Berlín con seis nuevos destinos en Alemania para su aeropuerto. Otro sector puntero es el tecnológico. El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) ha cerrado 2014 con la mayor cifra de empleo de su trayectoria, con más de 15.000 trabajadores, el 6% más que el año anterior. Creo que este es el camino a seguir.

¿Qué le hubiera gustado hacer en esta provincia y no ha podido?

Me hubiera gustado que se hubiera podido generar más empleo en Málaga y que hubiéramos podido reanudar antes las obras que por culpa de la crisis han permanecido paradas algún tiempo, como pueden ser algunas carreteras o infraestructuras hospitalarias.

El tren litoral o corredor de la Costa del Sol es también un viejo proyecto que lanzó Chaves en 2004. Ahora el PSOE lo quiere liderar pero la financiación es del Gobierno Central y de Europa. ¿Qué aportará la Junta y que le parece la propuesta de extenderlo también a la Costa Oriental?

Lo que quiere el Ministerio es ampliar el servicio de cercanías hasta Marbella, siempre en superficie, y ese proyecto no puede asociarse a la iniciativa del tren litoral de la Costa del Sol defendido por el Gobierno andaluz. El tren es un proyecto más ambicioso concebido en gran medida en subterráneo, que contempla un servicio híbrido entre cercanías, media distancia y alta velocidad. Hemos avanzado: se concluyeron los proyectos del trazado entre Estepona y Fuengirola y un estudio de demanda. La llegada del PP al Gobierno paró la infraestructura y la descartó. En 2014 le propusimos a Rajoy incluir el corredor ferroviario de la Costa del Sol entre los proyectos susceptibles de recibir inversión europea a través del plan Juncker.

Los empresarios le han escrito los deberes al próximo presidente de la Junta, algunos de los cuales llevan años y años de retraso por el Gobierno andaluz: el inicio del vial metropolitano distribuidor que permita la conexión de los polígonos de la capital con la hiperronda; el soterramiento del tren del puerto, el futuro parque de Arraijanal o el proyecto de aprovechamiento del Plan Guadalmedina.

Mi relación con el presidente de la CEA y con los empresarios malagueños es fluida y no creo que los empresarios pongan deberes a nadie. Tienen las mismas preocupaciones que el Gobierno andaluz, seguir desarrollando proyectos e infraestructuras para que Málaga esté a la cabeza de la pujanza económica en Andalucía. Desde la Junta apoyamos al tejido productivo malagueño de forma decidida.