­Su despacho es un ir y venir continuo de concejales, cargos de confianza, trabajadores municipales, empresarios, vecinos... No es de extrañar, por eso, que el que desde el pasado 11 de junio es alcalde de Mijas, Ángel Nozal, se prodigue poco o nada por los medios de común comunicación, muy al contrario de cuando era líder de la oposición y presidente del PP local durante el pasado mandato. «Hay muchas cosas que hacer, todavía, para normalizar la situación de este Ayuntamiento», comenta, si bien, por el camino que va, más pronto que tarde podríamos empezar a hablar de cierta recuperación, opina.

Tras nueve meses como alcalde de Mijas, ¿qué balance hace de su gestión?

Ya podemos hablar de casi un año. El primer problema, el de pagar a proveedores, con los que iniciamos planes de pago particulares y, ahora, con el decreto del gobierno de la nación, va por muy buen camino. También la encomienda de gestión del agua de Mijas a Acosol, que parece que va a pagar al contado las cantidades acordadas por el anterior equipo de gobierno y es una muy buena noticia. Algo que todavía no hemos podido resolver, como es el proyecto del Parque Empresarial de Mijas (PEM), que había mucha expectación con lo que pudiera pasar en las elecciones autonómicas y que, a la vista de los resultados, habrá que volver a renegociar. Hemos dado, junto con la Junta, un pequeño paso en el tema de las viviendas irregulares con el catálogo que hemos hecho y la predisposición del hasta ahora delegado de Ordenación, Enrique Benítez, que espero que lo siga siendo porque no lo estaba haciendo del todo mal y trabajamos en buena sintonía. Estamos tratando por todos los medios de mejorar la recaudación así como de ahorrar todo lo posible. Los contribuyentes nos deben más de 40 millones de euros, 20 de ellos de muy difícil cobro, puesto que son empresas que han desaparecido y el resto de ciudadanos que no tienen más que para comer y no pueden cumplir con sus obligaciones, como consecuencia de la crisis. Estamos tratando de recuperar el sentido de espíritu de servicio público que se había olvidado por parte de los trabajadores de esta institución, que estaba totalmente anquilosada. En definitiva, está siendo complicado porque hemos heredado un Ayuntamiento muy desorganizado, con muchísimas deudas y una ciudad cuyas necesidades sociales son muy acuciantes.

Vamos por partes. ¿Cuál es la situación económica del Consistorio?

La economía la tenemos en orden. Es decir, ya sabemos lo que debemos al 95% porque siguen apareciendo facturas de hasta el año 2000. Ya sabemos lo que nos deben, y de ésto, lo que probablemente nunca cobremos. Nuestra idea ahora, por tanto, es no gastar más de lo que cobremos; no de lo que facturemos, sino de lo que cobremos. Y esa premisa ha hecho que cerremos 2011 con superávit, y ahora quiero que el superávit sea superior a la cifra que nos deben los contribuyentes. Eso nos permitirá pagar a proveedores y acceder a créditos bancarios que nos permitirán hacer una serie de mejoras urgente en el municipio.

¿Con los 20 millones que puede pagar, en breve, Acosol se acaban los problemas económicos en Mijas?

Para nada. Cada año se incrementa la deuda de los contribuyentes con el Ayuntamiento en ocho millones de euros. Es decir, entre lo que facturamos y cobramos hay ocho millones de diferencia porque la gente no puede pagar. Esto quiere decir que tenemos que hacer una contracción del gasto similar. Si veníamos gastando 75 millones de euros anuales, tenemos que reducirlos a 67. Por lo tanto, no cabe más que austeridad tremenda hasta que consigamos que la gente pueda pagar. A ellos, a quienes de verdad no pueden hacer frente, se les ofrece facilidades y fraccionamientos. A quienes no lo hacen porque no quieren, no vamos a tener con ellos ningún tipo de consideración.

¿Habrá solución para las viviendas irregulares?

Hay una empresa privada contratada para hacer el catálogo de construcciones irregulares y que, además, son las personas que trabajaron en el Plan General de Ordenación Urbana de Mijas de 1999. Por lo que conocen el terreno y la idiosincrasia de los distintos asentamientos mijeños. Fruto de ese trabajo ya tenemos un plano que es como si fuera el plano del firmamento, porque hay una gran cantidad de puntitos que representan las casas y construcciones ilegales. Es el primer paso, porque ahora hay que analizar y ver con detenimiento cuáles podrán regularizarse.

Sigue habiendo quien se hace una casita en el campo...

Es cierto. Y con esos no tengo ningún tipo de consideración. Yo paralizo, precinto y lo llevo a Fiscalía si rompe el mismo cuando encontramos algún caso. Es intolerable. Ya no hay ni la más mínima compasión por la mínima razón que aduzcan. Todo aquel que haya comenzado a hacerse una vivienda después del decreto de la Junta no tiene la más mínima simpatía del equipo de gobierno. De hecho, cada semana firmo paralizaciones.

Los últimos resultados electorales, en Andalucía, han propiciado dudas a los miembros del Parque Empresarial de Mijas (PEM) y se plantean, incluso, abandonar el proyecto ¿Cree que hay solución?

La promesa que yo tenía, por parte de Javier Arenas, era la de anular la calificación de zona protegida de La Atalaya y construir allí el proyecto. Y ahora es volver a empezar. Si la Junta de Andalucía insiste en su teoría anterior, tendremos que hacer otra especulación. Yo abogo por buscar un comprador para la parcela de La Atalaya que tenga un proyecto que sí es factible con la calificación autonómica que soportan los terrenos para que el PEM recupere su inversión y puedan construir la tecnópolis en otro lugar, en unos suelos que sí están reservados para actividad industrial. Como unos en Entrerríos de la empresa Sando en los que estaban previstos construir un polígono industrial. Sé que no era una solución que tuviéramos todos prevista pero las circunstancias obligan a planteárselas. Yo no tengo ninguna promesa por parte del más que posible nuevo gobierno de la Junta que me diga que vaya a modificar el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) para levantar la calificación de espacio protegido. Pero, mientras tanto, seguiré luchando por la opción primera: llevar el PEM a La Atalaya, donde se tenía que haber construido hace diez años.

Por cierto, ¿qué le parecen los últimos resultados electorales? ¿A qué cree que se debe que, como vaticinaban las encuestas, el PP no haya obteniendo mayoría absoluta?

Sin duda, por el efecto adverso en la ciudadanía andaluza que ha producido la reforma laboral. No me gusta el documento. Creo que se podría haber hecho de otra manera y en otro momento. El PP ha perdido, en Mijas, 3.000 votos con respecto a las elecciones locales y nacionales. Es decir, que ha ocurrido algo en nuestro electorado que no gustó, en absoluto, y que ha hecho que esas 3.000 personas, que eran nuevos votantes del PP, que me prestaron el voto a mí y a Mariano Rajoy en los comicios previos a las autonómicas, se hayan quedado en casa. Yo la única razón que encuentro en Mijas es que la reforma laboral ha disgustado mucho. Y me atrevo a extrapolarlo al resto de ciudades andaluzas. Nuestros nuevos votantes que propiciaron el cambio, están mosqueados.

Su discurso de austeridad ha venido acompañado con la idea de corregir ciertos vicios incívicos de la ciudadanía de Mijas mediante ordenanzas de convivencia de todo tipo ¿Está costando acabar con las cacas de los perros, los grafitis o los cables aéreos?

No es civismo, es calidad de vida. La gente, cuando sale a la calle, lo primero que ve son los edificios y éstos, tienen que estar presentables y bonitos. Lo mismo ocurre con las aceras y las calles. Tienen que ser espaciosas para que todos quepan. Lo que no puede ser es que algunos traten de tratarnos a la mayoría como a cerdos. La calle es de todos y no puede ser que esté sucia y plagada de excrementos en ciertas partes del municipio. Se está produciendo algo que, como amante de los animales me preocupa, y es que hay gente en Mijas que los mira con odio porque dejan un regalo que sus dueños son incapaces de recoger. Y es una actitud muy generalizada y motivo principal de queja de nuestros vecinos así como visitantes que vienen al municipio que me piden que sea duro con este tipo de actitudes. Esto es algo totalmente insano, incívico e inmoral. También es intolerable tener crías de animales dentro del casco urbano. Yo mismo he visto cómo en Las Lagunas, por ejemplo, hay quien tiene cuadra de caballos en su casa; gallineros, burros..., esto tampoco puede ser. Igualmente con los grafitis. No puede ser que empleemos recursos municipales en limpiar pintadas de monumentos artísticos y señales de tráfico, con el consiguiente peligro para la circulación que ello conlleva, porque a alguien le parezca divertido. Lo mismo que hemos decidido acabar con la recogida de basura puerta a puerta. Sé que es más incómodo llevarlo unos metros más adelante, pero somos un municipio turístico y no podemos dar esa pésima imagen a las diez de la noche, en Mijas Pueblo, con calles preciosas pero con basura en las puertas. Tratamos de ordenar, no es por gusto.

¿Son incívicos los vecinos de Mijas?

Algunos no tienen conciencia cívica en nuestro municipio, pero, por contra, hay que decir que la conciencia cívica en Mijas es cada vez más creciente. Hace dos años no se hablaba de cacas de perro. Hoy, en las redes sociales, junto con la necesidad de colegios, el principal tema de conversación con respecto a Mijas. Igualmente, la seguridad ciudadana que, por cierto, ha mejorado ostensiblemente debido a la difusión de lo bien que trabaja la Policía Local. Ahora, no sólo ellos saben que lo hacen muy bien, sino que, además, los malhechores saben que en Mijas no tienen un sitio fácil para poder obrar sus fechorías porque saben que aquí quien la hace la paga en seguida.

A punto de cumplirse su primer año de mandato, ¿cuál es el futuro más cercano de Mijas?

Nos esperan dos años de muchísima austeridad. Yo espero que Mijas, dentro de ser un Ayuntamiento muy respetado, que cumple sus compromisos, paga a sus proveedores y ayuda a los más necesitados; no olvidemos que acabamos de poner en marcha un programa de renta básica de inserción laboral que dará trabajo a casi 200 mijeños sin ningún tipo de recurso económico. En resumen, mucha más austeridad: menos fiestas, menos verbenas y menos retransmisiones por nuestra televisión de actos que no sigue nadie y que nos cuestan un dineral cada año. Tampoco podremos ayudar a los clubes deportivos de nuestra ciudad como veníamos haciendo hasta ahora. Y eso, que entre otros, tenemos el mejor club de atletismo de Andalucía y no les estamos podiendo ayudar porque hay que contraer el gasto, al menos, hasta 2014. El esfuerzo merecerá la pena porque vamos a devolver a este Ayuntamiento el prestigio enorme de antaño. Vamos a transmitir la idea de que somos un Ayuntamiento muy serio, que cumple con sus responsabilidades, que tiene unas sensibilidades sociales y medioambientales de primer orden que son totalmente irrenunciables-.

¿Fijamos en 2014 la recuperación?

Será el año en que la tensión de austeridad pudiera relajarse. Desde luego, si yo sigo siendo alcalde, nunca habrá despilfarro. Siempre gastaremos en aquello que tenga un retorno social, emocional o económico.