La polvareda levantada por las polémicas declaraciones de la consejera de Educación de Madrid aún no se ha asentado. Todo lo contrario. Lucía Figar se descolgó el miércoles con unas acusaciones que ponían en evidencia la eficacia del programa Escuela TIC 2.0, al que se ha sumado la Junta, la profesión de cientos de familias que se dedican en Málaga a la venta ambulante, e incluso la labor de vigilancia de la Policía Local y del cuerpo de inspectores del área de Comercio y Vía Pública del Ayuntamiento. Se venden portátiles en los mercadillos. Y en Málaga. Los comercientes rechazan esta imputación y el Consistorio niega que en los rastrillos de la capital se comercie con mercancía robada.

El presidente de los vendedores ambulantes malagueños, Juan Rojas, no salía ayer de su asombro. «Ésta es una lista», acertó a decir. «Es mentira», insistió. «Hay que decirle a esta señora que si quiere justificar sus posiciones políticas, que no implique a nuestro sector, que ya tiene bastante. Que nos deje en paz», sentenció.

Purificación Pineda, concejala de Comercio, también niega que los hechos denunciados por el PP madrileño tengan siquiera visos de producirse en Málaga. «Ni siquiera me he dado por aludida», señaló ayer. Es más, la edil no dudó en salir en defensa de los comerciantes. «Ni los inspectores, que tienen una presencia permanente, ni la Policía Local, tienen indicios de que en los mercadillos se vendan ordenadores portátiles escolares ni ninguna otra mercancía robada», insistió Pineda.

Los comerciantes exigen que sean los políticos los que reprueben la actitud de Figar, aunque la asociación no descarta enviar un escrito expresando así su protesta por estas acusaciones que insisten en que son falsas. «En Madrid deben creerse que aquí estamos en la selva», concluyó Rojas.

En el PSOE no han perdido la oportunidad, desde luego. La delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga, María Gámez, aseguró que esta afirmación de la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid da una imagen «distorsionada de la realidad» y es «irreal», calificándolas de «absolutamente lamentables». «Siempre se habla respecto de Andalucía diciendo que aquí se hace mal uso de las cosas públicas, cuando aquí se hace un uso extraordinario», subrayó la también candidata a la alcaldía de la capital.

Lucía Figar afirmó el miércoles que un amigo le llamó y le dijo que en un mercadillo de Málaga se venden por 50 euros los ordenadores del programa Escuela TIC 2.0, que la Junta entrega a los escolares.

El secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia, también fue bastante crítico con la postura del PP madrileño. «Estas manifestaciones son un nuevo ataque y representan la reiterada alergia del PP a la igualdad de oportunidades», opinó.

«La señora Figar ha criminalizado a la sociedad malagueña realizando aseveraciones gratuitas e infundadas como cortina de humo para ocultar la realidad, que no es otra que el PP no apuesta por la educación pública y no le preocupa que los alumnos puedan acceder a las nuevas tecnologías en igualdad de oportunidades», manifestó Heredia, quien considera que los presidentes del PP en Andalucía y en Málaga, Javier Arenas y Elías Bendodo, respectivamente, «tienen que desautorizar estas declaraciones».

Arenas, sin embargo, evitó ayer en todo momento rectificar al PP de Madrid y salió por la tangente. Para el líder de los populares andaluces, el principal problema de la educación en Andalucía sigue siendo los elevados índices de fracaso escolar, cercano al 38%. «Lo gravísimo es que en Andalucía se invierta la mitad por alumno que en el País Vasco y que se haya perdido la autoridad en los colegios y que tengamos una calidad en nuestra educación que es de las más bajas de la Unión Europea. Ahí es donde hay que centrarse», dijo.