El desenlace de la fusión entre Unicaja y el Banco Ceiss -propiedad de Caja España-Duero- se considera «inminente», según explican fuentes del sector aunque nadie, ni en Málaga ni en León, quieran concretar plazo alguno. Lo que parece claro es que el camino se ha ido despejando después de que el presidente de Unicaja, Braulio Medel, haya visto autorizadas en la últimos ocho días algunas de sus exigencias, entre ellas la recapitalización de Ceiss a través de bonos convertibles para evitar su nacionalización y el acuerdo tácito para que los activos traspasados al Sareb por esta entidad no pasen factura a Unicaja si finalmente hay discrepancias en su valoración. A la espera de que Bruselas dé también el visto bueno a los 400 millones de euros en ayudas públicas que Unicaja habría pedido para rematar la operación, los únicos escollos pendientes son ahora las participaciones preferentes de Ceiss y deuda subordinada -unos 1.400 millones de euros- y el ERE de la entidad castellanoleonesa -que afecta a unos 1.300 trabajadores de sus 4.700 empleados-. Sobre las preferentes, el deseo de Unicaja es que la quita a los titulares de preferentes para contribuir al saneamiento sea suficientemente significativa y reduzca su impacto en las cuentas de la fusionada.

En cuanto al ERE que prepara Caja España-Duero para su plantilla, Medel también impuso que se aplicara antes de la fusión. De hecho, la negociación de Ceiss está ahora mismo abierta y los 4.700 trabajadores están llamados a secundar hoy en León una segunda manifestación para reclamar a la entidad la reducción del número de despidos en el marco de la negociación del expediente de despido colectivo. Acabe como acabe el proceso, la fusión de Unicaja se haría con una Ceiss ya depurada.

Por su parte, el consejero andaluz de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, Antonio Ávila, se mostró ayer «respetuoso» con el proceso y valoró el trabajo efectuado por Unicaja para «ganar músculo y seguir siendo solvente».

«Si al final culmina todo el proceso de negociación, tras todo el proceso y todas las reclamaciones que se han venido haciendo sobre diferentes aspectos a otras administraciones y a la UE, será para felicitarse», agregó el consejero.

Se abre la vía para transformar las cajas

El Consejo de Ministros aprobó ayer un anteproyecto de ley que implicará la transformación en fundaciones bancarias de la mayoría de las cajas, a excepción de Caixa Pollensa y Ontinyent, que no superan los 10.000 millones en activos. La medida, que tendrá que pasar por el trámite parlamentario, afectaría sobre todo a Unicaja, La Caixa y Kutxabank, que sí superan esas cifras. Las fundaciones bancarias -que ostentan al menos un 10% de una entidad fueran o no cajas anteriormente- estarán sujetas a obligaciones crecientes en función de su participación en dicha entidad. Las fundaciones estarán sometidas a rigurosos requisitos como impedir que los miembros del patronato lo sean a su vez del consejo de administración -Medel, por ejemplo, preside la caja y Unicaja Banco-. En todo caso, el ministro Guindos afirmó ayer que «no hay fecha» para que las antiguas cajas reduzcan sus posiciones en los bancos a los que dieron lugar.

Laopiniondemalaga.es/EFE

@josevirodriguez