La Plataforma de afectados de hepatitis C en Málaga se reunió ayer por la tarde para analizar los anuncios del Gobierno y de la Junta de Andalucía en sus nuevos protocolos, con los que han anunciado que los nuevos tratamientos con altas tasas de curación llegarán a más pacientes. En la reunión, los enfermos aplaudieron los anuncios del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Salud, pero exigieron a ambas Administraciones que tracen un calendario y un presupuesto «real» para llevar a cabo dichas medidas.

El portavoz de la plataforma, Emilio Ruiz, admitió a La Opinión que ven las declaraciones como un mensaje de esperanza, pero destacó que mientras no vean los planes en funcionamiento, no pararán de exigir el Sovaldi para todos los enfermos con hepatitis C, en especial para aquellos con estadio avanzado, los F3 y F4 -con cirrosis-.

«Si no hay una partida presupuestaria específica y un calendario, es humo», dijo Ruiz, que destacó que su principal exigencia pasa por que se administre Sovaldi pero también porque los pacientes dejen de tomar Interferon, un fármaco cuyos efectos secundarios son muy dañinos, según denuncian. Si esto no fuera así, la plataforma malagueña no descarta hacer nuevas concentraciones y protestas como medidas se presión. «Queremos que lo que han dicho lo cumplan, si no parecerá que lo han hecho para que nos callemos», advirtió, aunque se confesó ilusionado con las manifestaciones políticas del pasado viernes.

Entonces, la Junta de Andalucía anunció que iba a ampliar el tratamiento con el que se llegaría a más del 40% de los enfermos andaluces -sólo en Málaga se calcula que hay 25.000-. La ampliación del protocolo beneficiará a los pacientes que estén a la espera de ser trasplantados de hígado, aquellos trasplantados que se han reinfectado nuevamente, los pacientes con cirrosis, los que tienen la enfermedad en otras partes del organismo diferentes al hígado, los pacientes trasplantados de cualquier otro órgano, los que no han respondido a triple terapia y los que se encuentren en un estado previo a la cirrosis hepática, los denominados clínicamente como F3.

En el caso de los pacientes en F2 o con cirrosis leve, el médico valorará de forma individualizada, en base a diferentes signos clínicos y opciones terapéuticas disponibles, la pauta a seguir con estas personas.

De hecho, ayer mismo reunió a los profesionales en Sevilla para explicarles el nuevo protocolo y para reformular las diferencias con el anterior para explicarles la aplicación práctica a nivel clínico, según informaron fuentes de la Delegación de Salud en Málaga.

Por su parte, el el Ministerio de Sanidad ha decidido ampliar sus criterios de uso para tratar también a pacientes con fibrosis menos avanzadas. En total, será más de 100.000 los pacientes con hepatitis C los que se beneficiarán de los nuevos medicamentos de última generación contra la enfermedad.