El fiscal solicita un total de 15 años de cárcel para cada uno de los miembros de un matrimonio a los que acusa de dejar morir a un bebé de tres años que su madre les había entregado, a cambio de 300 euros al mes, para que se lo cuidaran. Falleció de una peritonitis provocada por las frecuentes palizas. No recibió asistencia sanitaria que podría haberle salvado la vida. El fiscal reclama, además, una indemnización de 120.000 euros para la progenitora del niño.

Según consta en el documento, los acusados Adil Z. y Souad Z., a la sazón esposos, se pusieron de acuerdo, en enero de 2014, con una mujer para hacerse cargo del hijo menor de esta, de tres años de edad, «a cambio de una prestación económica mensual de 300 euros que la mujer debía pagar al matrimonio».

La madre no podía hacerse cargo del hijo por su situación personal. En base a ese acuerdo, el menor se trasladó a vivir con la pareja, en el domicilio que estos tenían en Marbella. Allí también vivía la hija menor de los esposos, y la madre biológica del menor los visitaba de vez en cuando.

«El menor, desde su traslado al domicilio de los acusados, fue objeto de continuos y reiterados malos tratos que se materializaban en golpes, quemaduras, cortes y otras agresiones que le propinaban los acusados debido al carácter inquieto del niño», relata el fiscal, ataques que se producían en el interior de la vivienda para garantizar «su impunidad» y que se agravaron durante los últimos meses de convivencia del pequeño con los procesados, «debido a que la madre no pagaba las cantidades acordadas ni visitaba al menor, habiéndose convertido en una carga y siendo incómodo para los encartados», asegura el fiscal.

La habitualidad y la intensidad de las agresiones fueron incrementándose, «generándose además una situación generalizada al menor colocándolo en un estado de desnutrición evidente». «A los acusados les eran indiferentes tanto las consecuencias que pudieran derivarse de la situación de desnutrición del niño como las que pudieran producirse con ocasión de las cada vez más continuas palizas que le propinaban».

«El niño no pudo soportar las habituales y severas agresiones de los acusados, falleciendo en patente situación de desnutrición una noche de principios de mayo de 2014 como consecuencia de una peritonitis», provocada por los muchos golpes que, en todo el cuerpo y especialmente a nivel abdominal, había recibido de los procesados.

Un final trágico. Las últimas horas de vida del niño fueron especialmente dramáticas, «ya que la peritonitis le produjo vómitos y un cuadro de dolor muy agudo que fue ignorado por completo por los encausados, privándole de la asistencia médica necesaria que hubiera podido evitar su muerte», asegura el acusador público. Los hechos han sido calificados como un delito de homicidio por el que se le piden a cada uno de los acusados 15 años de prisión.