Charanga tiene muy estructurado el proceso de formación de sus empleados y de las personas que se incorporan a la compañía como franquiciados, de forma que todos, incluso los de las tiendas de países extranjeros pasan por un periodo de formación en la central de Málaga que puede oscilar entre 15 días y un mes. «La filosofía es explicarle desde el sistema informático hasta cómo se dispone un escaparate o cómo se utiliza el merchandising. Todo lo enseñamos aquí, pero eso tampoco es suficiente por lo que también mantenemos posteriormente una formación en cada lugar a cargo de nuestros responsables de zona», relata el responsable de Charanga.

El control de la matriz sobre la marcha de cada tienda es también exhaustivo. Un sistema informático permite comprobar el nivel de ventas al minuto, y compararlo con el del conjunto. «Si detectamos que una tienda tiene por constante un nivel más bajo que la media intervenimos con una visita del responsable de zona. Estamos encima, que es como hay que estar», añade.