Emasa ha iniciado la contratación de las obras para atajar la invasión de las toallitas higiénicas en la depuradora del Guadalhorce y mejorar el tratamiento de las aguas de tormenta, ampliando la capacidad de recoger los residuos sólidos arrastrados por estos vertidos.

La inversión rondará el millón de euros y se dividirá en dos fases. La primera será la construcción de la nueva estación, con un plazo de ejecución de 700.000 euros y seis meses de ejecución. Además habrá que sumar 375.000 euros, en cuatro lotes, para la adquisición del material necesario para equipar las nuevas instalaciones, incluyendo tres nuevos tamices que recogeran todos los residuos sólidos con un tamaño mayor de 3 milímetros, siendo especialmente efectivos para las toallitas higiénicas.

Esta actuación supondrá una importante mejora en la fase de pretratamiento de la depuradora del Guadalhorce, ya que la nueva estación aumentará la capacidad para retirar residuos sólidos en la fase previa del tratamiento, en especial en caso de tormenta, cuando se reciben los principales picos de agua. De esta forma, se mejora la retirada de los residuos sólidos que llegan a la instalación desde la red de saneamiento.

El proyecto prevé la instalación de cinco nuevos canales de desbaste para la retirada de objetos, con sus respectivos tamices que se añadirán a los cuatro ya existentes. Estos canales estarán construidos en hormigón, tratado con material especial para evitar la corrosión de la estructura.

Respecto a los nuevos tamices, evitarán el vertido de sólidos superiores a los tres milímetros de grosor, en su mayoría toallitas higiénicas, reduciendo el problema que este tipo de residuos genera en los equipos de las instalaciones de bombeo y depuración, sobre todo, en caso de lluvias intensas. Con esta remodelación del sistema de desbaste, la estación depuradora del Guadalhorce duplica la capacidad de tamizado actual.

El proyecto también contempla el rediseño de uno de los desarenadores de la depuradora para utilizarlo como canal de reparto del agua residual hacia el resto de desarenadores de la EDAR. Además, se incluye un aliviadero para evacuar en el futuro las aguas pluviales una vez tamizadas para verterlas al arroyo de las Cañas. Asimismo, está previsto un nuevo sistema clasificador de arenas formado por una tolva de recepción y un tornillo helicoidal para la extracción de sólidos.

Completan el proyecto la incorporación de dos nuevos contenedores compactadores para reducir el volumen que ocupan los residuos sólidos extraídos, reduciendo la emisión de olores, el impacto visual en la zona y abaratar los costes de su transporte a vertedero.Descarga de camiones

Emasa también incorporará otra mejora en la estación depuradora del Guadalhorce, consistente en un nuevo sistema de descarga de camiones cisternas para mejorar el vertido de los vehículos empleados en el mantenimiento de la red de saneamiento de la ciudad. Hasta ahora, la descarga de camiones cisterna se efectuaba de forma manual, vertiendo directamente los residuos sobre contenedores de cinco metros cúbicos. Esta operación conlleva una serie de inconvenientes, entre ellos, los malos olores propios de la manipulación de estos residuos o las dificultades en su transporte al vertedero. Además, la actuales infraestructuras donde se efectúa la descarga de camiones cisterna ocupan una gran superficie del recinto de la depuradora que, tras la remodelación proyectada, podrá destinarse a otros usos.

El nuevo proyecto, con un presupuesto de 183.140 euros, paliará estos inconvenientes al prever la descarga de los camiones en el interior de una sala existente en el edificio de pretratamiento de la depuradora del Guadalhorce, que habrá que acondicionar para adaptarla a este proceso. Así, se plantea la construcción de un foso de recepción que tendrá unas dimensiones de 4,03 metros de largo, 2,95 metros de ancho y 3,10 metros de profundidad. Esta estructura albergará una tolva metálica para la recepción de los residuos provenientes de los camiones cisterna.

El escurrido de estos residuos se evacuarán a través de una tubería de acero inoxidable de 7,8 metros de longitud hasta la arqueta de entrada de uno de los bombeos ubicados en la depuradora. Desde ahí, el líquido resultante de los residuos se recirculará a la entrada de la planta para ser tratados con el resto del agua residual que llega a la instalación. Los residuos se transportarán mediante hasta otra tolva que los descargará en un contenedor compactador con una capacidad de 20 metros cúbicos.