Siete madres de alumnos del colegio Valdeolletas, en Marbella, han llevado a los tribunales a uno de los profesores del centro. Le acusan de haber pegado e insultado a sus hijos durante las clases y aseguran que los menores están en tratamiento psicológico como consecuencia de los supuestos malos tratos.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella investiga el caso después de que las progenitoras formalizaran su denuncia ante su titular el pasado mes de mayo, informó ayer la federación que agrupa a las asociaciones de padres y madres de alumnos del municipio, Mainake.

«Los niños no quieren ir al colegio y padecen crisis de ansiedad», explicó a este diario María del Carmen Carrasco, una de las denunciantes. «Es su tutor y les da las asignaturas más fuertes, así que lo ven todos los días», añadió.

Las presuntas víctimas son estudiantes de quinto curso de Educación Primaria y el profesor denunciado, de 58 años, es su tutor desde hace tres.

Análisis forense. El juez toma declaración estos días a miembros y gestores del centro escolar y ya ha encargado un análisis forense para evaluar los posibles daños sufridos por los menores afectados.

El caso se remonta a diciembre. «Mi hija lo único que me decía es que no le gustaba su profesor», indicó Carrasco, quien asegura que nunca le dio importancia a la queja. «La niña había estado muchos años con una señorita y lo achaqué al cambio de profesor», según explicó. El punto de inflexión lo marcó una crisis de ansiedad sufrida por una compañera que obligó a su madre a llevarla a los servicios médicos de urgencias. La pequeña charló con el psicólogo del ambulatorio, que tuvo conocimiento de la mala experiencia. Las madres empezaron a contarse lo sucedido.

«Lo primero que hicimos fue enviar una carta al centro», explicó la denunciante. Carrasco se queja de no haber recibido ningún tipo de atención por parte de su director ni del equipo docente. «A raíz de ahí nos dirigimos a la Inspección de la Delegación de Educación», afirmó. «Tampoco nos hicieron caso y hemos tenido que terminar en los tribunales», dijo.

Mainake criticó ayer la actuación de la Junta de Andalucía. «No han tomado medidas para evitar la necesidad de interponer una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía y, posteriormente, de ratificarla ante el juez», lamentaron sus responsables. «Todo ello pese a la entrada en vigor de la Orden de la Consejería de Educación de 20 de junio de 2011 sobre medidas para la promoción de la convivencia en los centros educativos públicos de Andalucía. Un protocolo claro para administrar estos casos».

Fuentes de la Delegación de Educación reconocieron a La Opinión de Málaga conocer el caso e indicaron que los inspectores de la institución lo han investigado. «Se abrió la investigación y se concluyó que no se apreciaba ningún tipo de negligencia por parte del docente», señalaron.

Los responsables de la Junta recalcaron, además, que tanto los demás profesores como los gestores del centro apoyaron al profesor denunciado y que la denuncia parte de un grupo de padres «minoritario».

El próximo día 25, la Delegación de Educación ha establecido la cita para atender a las madres denunciantes y escuchar sus demandas. «Estamos abiertos a recibirlas», dijeron. Sobre la investigación del caso, las autoridades educativas únicamente dejaron claro que acatarán lo que dicte el juez.