­El Ayuntamiento de Marbella no ha contemplado grandes macroproyectos, propios de otros tiempos, en el documento inicial del Plan Estratégico de Marbella-San Pedro que aprobó el pleno el pasado jueves y permanecerá en vigor hasta 2022. En el modelo de ciudad para los próximos años se dará prioridad a la resolución de problemas que durante décadas han permanecido ocultos: como la necesidad de separar las redes públicas de aguas pluviales de las de saneamiento. Sólo en esta iniciativa, la segunda ciudad más poblada de la provincia necesitará no menos de 5 millones de euros.

El concejal de Medio Ambiente, Playas y Participación Ciudadana, Miguel Díaz (IU-Marbella para la Gente), defiende que el déficit en infraestructuras se agravó durante el periodo de Jesús Gil como alcalde y todavía quedan por solventar asuntos como el saneamiento con cuatro décadas de espera. No obstante, el documento base incluye otras líneas maestras para la ciudad de la próxima década: «Ya era hora de mirar hacia un modelo a medio y largo plazo, a diferencia del que hemos visto o sufrido durante las dos últimas décadas. Queremos que Marbella también brille por los numerosos valores ambientales que tenemos, por ejemplo».

En efecto, el Plan Estratégico, del que se editarán unos 5.000 ejemplares y que se empezará a debatir en encuentros con los más diversos colectivos a partir del próximo mes de septiembre, remarca la potencialidad del «cordón dunar de Marbella, el más importante de toda la Costa del Sol». Y también muestra la singularidad de la ciudad como «puerta de entrada a Sierra Blanca», sostiene Díaz.

Otro aspecto que se destaca sobremanera es la enorme potencialidad de la ciudad como área de oportunidades, en el entorno de San Pedro Alcántara, para las nuevas tecnologías. La refinanciación de la deuda con la Junta de Andalucía, como agrega el concejal, será clave para la puesta en marcha de inversiones en este sentido durante los próximos cinco años.

Aparcamientos inteligentes

Miguel Díaz expresa que Marbella es un enorme escaparate mundial donde se pueden poner en marcha iniciativas medioambientales de última generación, como proyectos vinculados al transporte en bicicleta o a planes para fomentar el transporte público, «hoy en día con muchas carencias». Incluso hay empresas interesadas en poner en marcha en la ciudad experiencias piloto que mediante sensores permitan a cualquier conductor detectar dónde se puede localizar una plaza de aparcamiento libre en la ciudad.

«Ha comenzado otro tiempo para Marbella, mediante el diálogo con las distintas consejerías de la Junta. Es el momento adecuado para que cada área municipal nombre a una persona encargada del debate sobre el plan estratégico y se conforme un documento útil y de futuro», concluye.