El pleno de la corporación municipal marbellí aprobó ayer solicitar al Ministerio de Fomento la liberación de la autopista de peaje A-7 en caso de colapso por accidentes o incidencias en la autovía del Mediterráneo A-7, y la instalación de barreras para reducir la contaminación acústica de estas vías en las zonas urbanizadas que discurren a su paso.

La propuesta fue presentada por el grupo Izquierda Unida y defendida por su portavoz, Miguel Díaz, quien apostó además por crear una comisión entre todos los municipios por los que pasan estas vías para marcar un calendario de liberación del peaje.

«No tiene sentido cuando no hay alternativa a una vía rápida de conexión de la Costa del Sol, llena de núcleos residenciales», lamentó el concejal, quien apuesta por dar una solución al colapso de la principal arteria de la costa.

La propuesta ya fue llevada al pleno del pasado enero, pero no fue aprobada por todos los grupos al entender que con la misma se pretendía controlar la velocidad en la autovía A-7, cuyo límite máximo es de 80 kilómetros por hora, criticado por el edil del PP Javier García.

La medida fue votada por puntos separados y no se contempló la idea inicial de pedir al Ministerio de Fomento que «favorezca la consideración de núcleos urbanos de aquellos espacios de mayor afluencia peatonal como el Trapiche, Elviria o El Rosario para que sean itinerarios seguros», según explicó Díaz.

Tanto el PP como el PSOE declinaron votar a favor de este punto «para un mejor estudio», señaló la concejala de Obras, Blanca Fernández, quien valoró que «hay que estudiar el coste de esos puntos porque el Ayuntamiento tiene unos límites», en relación a los recursos.

Por su parte, el edil del PP Javier García se mostró en contra de recepcionar los tramos de la autovía de forma global y abogó por hacer «cada tramo pleno a pleno».

A ello respondió el portavoz de IU, quien señaló que lo que se pretende es instalar senderos peatonales en determinados puntos como en los puentes de acceso al Trapiche, Cabopino, el hotel Don Carlos o El Rosario, «poner una acera y un paso de peatones» en cada zona, al tiempo que recordó que estos espacios urbanos están consolidados y como tal apostó por garantizar la seguridad de los residentes.