El tejido empresarial de Marbella no puede esperar. Al saber del retraso en las partidas para poner en marcha las obras para la conexión por tren del municipio con el resto de la Costa del Sol, los empresarios han vuelto a exigir la incorporación de fondos estatales para esta iniciativa. En este sentido, el presidente de la Asociación de Empresarios y Profesionales CIT Marbella, Juan José González, recuerda que ninguna otra ciudad española de más de 100.000 habitantes carece de una infraestructura ferroviaria.

El término marbellí ve además colapsadas cada verano algunas de sus principales carreteras, al duplicar su población. Respecto a este asunto también se han pronunciado reiteradamente portavoces del sector hotelero costasoleño en su conjunto, como el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Costa del Sol (Aehcos), Luis Callejón Suñé: «Ya dijimos esta primavera, antes de que llegase la temporada alta, que íbamos a empezar a recoger firmas para reclamar que se construyera el tren litoral hasta el municipio de Marbella con la certeza de que será una infraestructura que beneficiará a toda Andalucía», insistió.

Pero el asunto se encuentra en la actualidad envuelto en una maraña administrativa, como reconoció hace unos meses el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. El ministro expresó que se había reactivado la tramitación, mediante el encargo de un estudio que saldrá a información pública en 2018. «Es una tarea administrativa larga. Se ha enviado a Medio Ambiente la documentación y los trabajos previos del estudio informativo arrojarán luz para el posterior estudio de impacto ambiental. Vamos a avanzar en ambos», avanzó a principios de este mismo verano el ministro.

Con la llegada del recién iniciado otoño se prevé que comience definitivamente «la campaña geotécnica del trazado» para diseñar una propuesta a escala 1:25.000 con los diferentes trazados (hay tres propuestas hasta el momento). Justo después se elevará una a escala 1:1.000 y, posteriormente, será presentada en Málaga.

«Tenemos que iniciar la parte que necesitamos para el estudio informativo y el estudio de impacto ambiental y tratar de publicarlo en 2018», reseñó De la Serna. Las tres propuestas mencionadas son las siguientes: una que discurre paralela a la A-7, de 53 kilómetros, con el problema técnico de que ha de ir soterrada; otra mixta, más al exterior, de 55 kilómetros; y una tercera, variante de la anterior, que mejora el acceso al Hospital Costa del Sol.

Los empresarios ya mantuvieron, a principios de este verano, un encuentro con el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, para abordar entre otras cuestiones la propia movilidad en el la ciudad de Marbella. Junto al presidente de CIT Marbella, Juan José González, estuvieron tanto el vicepresidente, Francisco Montero, como la gerente de dicho organismo, Begoña Castillo.

«Estamos muy preocupados en cuanto a los problemas de movilidad en la antigua carretera N-340 por las continuas retenciones que cada año se vuelven a repetir y que, en parte, están originadas por la falta de una alternativa ferroviaria que prolongue el Cercanías que existe entre Málaga y Fuengirola y que continúa como reivindicación histórica», matizó González.

El portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento y hasta el mes pasado alcalde de Marbella, José Bernal también se pronunció sobre este problema. El pasado viernes, acompañado de la diputada en el Congreso Begoña Tundidor, expresó que, entre otras medidas, se va a poner en marcha una petición parlamentaria al Gobierno central «para exigir las partidas presupuestarias necesarias para que el tren de Cercanías llegue hasta Marbella».

Tanto Bernal como Tundidor lamentaron que, según manifestó el propio Ejecutivo en una respuesta a una pregunta formulada por los socialistas en el Congreso de los Diputados, apenas esté previsto invertir 750.000 euros entre este año y el próximo para desarrollar esta infraestructura. Los dirigentes del PSOE no comprenden que vuelvan a incumplirse las promesas que en su día fueron «anunciadas a bombo y platillo» y, como los empresarios, aspiran a que el tren sea una realidad «lo antes posible».