El pívot canterano del Unicaja, Ablaye Sow, ha vuelto a ser operado en su pierna para insertarle una placa en la zona donde ha sufrido ya dos fracturas y darle así mayor estabilidad y evitar una posible recaída tras las dos intervenciones quirúrgicas a las que ya fue sometido. El pívot del Unicaja, nacido en Dakar (Senegal), el 20 de febrero de 1999, vive un calvario desde el pasado 22 de agosto de 2016, cuando sufrió la fractura del tercio medio de la tibia de la pierna izquierda. Ocurrió en el primer día de entrenamiento del primer equipo, ya que Joan Plaza le había elegido para reforzar la pretemporada de los «mayores».

Ablaye fue intervenido quirúrgicamente y comenzó una larguísima recuperación que sufrió un ingrato revés en marzo de 2017. El pívot ya estaba listo para volver a jugar y en la rueda de calentamiento con el equipo de Liga EBA en Los Guindos volvió a sufrir la misma lesión, en la misma pierna y en la misma zona. La desgracia se cebó con Ablaye, que tuvo que comenzar una nueva y larga rehabilitación. De aquello han pasado ya los meses previstos para su recuperación. Pero Ablaye no está jugando. El motivo es que hace unos días ha vuelto a pasar por el quirófano. No ha sido algo de gravedad, sino que se ha tratado, por recomendación médica, de fortalecer la zona donde se ha fracturado el hueso hasta en dos ocasiones. Darle más estabilidad y ayudar al hueso a que suelde con la colocación de una placa en esa zona.

Ahora el pívot pasa por una nueva convalecencia de dos meses. Un periodo en el que seguirá sin poder jugar al básket. Después, irá poco a poco entrando en el equipo. Ablaye, elegido mejor jugador cadete del Campeonato de España de 2015, de 2,08 metros de altura, firmó un nuevo contrato con el Unicaja en verano.

El compromiso es de tres temporadas. Una duración larga, con cláusulas de corte para la entidad de Los Guindos en cada curso. El Unicaja le quiso dar la oportunidad para que se recuperase y que pueda demostrar así el baloncesto que lleva dentro y que ya enseñó en sus primeros años en Málaga. Ahora, Ablaye sólo debe pensar en recuperarse y volver a jugar.