La depilación es una costumbre cada vez más extendida entre mujeres y hombres, en cualquiera de sus formas. Muchas veces hacemos uso de ella sin llegar a pensar si puede ser perjudicial o no para nuestra piel porque, ¿el pelo no está para algo? Entonces, si lo quitamos, ¿qué sucede? ¿cuál es la técnica menos agresiva? ¿cómo cuidar la piel tras la depilación?. "La depilación consiste en la eliminación del vello corporal mediante diferentes técnicas. Si estos procedimientos son respetuosos con la piel, si el profesional que la realiza es cualificado, y si la piel está en buenas condiciones de salud e integridad, no existe ningún problema, y la piel no se va a ver resentida", asegura en una entrevista con Infosalus la doctora Cristina García-Millán, del Grupo de Dermatología Pedro Jaén.

Así, según precisa la experta, las infecciones asociadas a la depilación sólo pueden aparecer si las condiciones de higiene en las que se realiza el procedimiento no son las adecuadas, y si los elementos que entran en contacto con la piel no se limpian tras su uso.

En cuanto a si es más higiénico depilarse que no hacerlo, una creencia bastante extendida, García-Millán destaca que en algunos casos sí puede resultar más higiénico el hacerlo, teniendo en cuenta que el folículo del pelo es un reservorio de microorganismos. "Además, el pelo retiene la sudoración cuando ésta se produce, por lo que retrasa su evaporación de la piel y, en ocasiones, podría favorecerse el mal olor. Pero es cierto que, con una higiene adecuada, el hecho de depilarse es un acto más estético que higiénico", agrega.

Las técnicas menos agresivas

En este sentido, la dermatóloga subraya que el pelo está para algo, su misión es la de proteger aquellas zonas más sensibles del cuerpo, como la zona genital. "Por eso, al quitar ese vello, las zonas quedan más expuestas", indica.

En este caso, a su vez, la especialista sostiene que, como ese pelo tiene una función protectora de la zona, la depilación integral dice que obedece a preferencias personales, puede realizarse bajo unos imperativos máximos de higiene, y con una técnica adecuada, siendo el láser la más recomendada. "Solemos aconsejar que se respete el vello que se encuentra en la zona más próxima a la mucosa", advierte.

A pesar de todo, la dermatóloga resalta que se puede depilar cualquier zona del cuerpo con la técnica adecuada.

La cuchilla y las cremas depilatorias pueden resultar agresivas según las zonas y el tipo de piel, advierte; mientras que el láser, en cambio, y si es bien empleado, afirma que es de los más respetuosos, ya que la diana es el pelo, respetando el resto de estructuras cutáneas. Eso sí, advierte de que el láser, al ser un dispositivo médico, siempre debe ser utilizado por profesionales formados y cualificados.

Sobre la cera, la experta del Grupo de Dermatología Pedro Jaén indica que ésta puede producir irritaciones y 'foliculitis' (una infección en los poros de la piel), si no hay una desinfección previa de la zona a tratar, o siempre que se emplee tras el uso de un producto no adecuado.

Cuidados tras la depilación

Finalmente, sobre cómo cuidar la piel tras la depilación, la experta del Grupo de Dermatología Pedro Jaén aconseja emplear el aloe vera por sus propiedades antiinflamatorias y calmantes. "El problema es que bajo la etiqueta de 'aloe vera' hay muchos productos que contienen otras sustancias que podrían resultar irritantes. La concentración de principios activos es importante. En el mercado existen muchos productos adecuados para su empleo tras la depilación, que el profesional prescribirá en cada caso, dependiendo de la zona depilada, pues no es lo mismo una axila que la cara, y dependiendo del tipo de piel y de cuál sea su estado", concluye la dermatóloga.