­¿Cuánto pasado es capaz de soportar el futuro de Juan Marín y Ciudadanos en Andalucía? Esa es la cuestión fundamental a la que se enfrenta el candidato naranja a presidir la Junta de Andalucía. La campaña, entre papeles y discursos de salón, se vuelve mundana en una furgoneta. Esta entrevista se hizo camino de Málaga a Antequera, en una carretera con poco carisma. Había cierto temor a que iba a sobrar tiempo, pero no.

¿Por qué le es imposible revalidar un acuerdo con el PSOE para la próxima legislatura?

Porque Susana Díaz no quiere cambiar nada. Llevan 40 años haciendo lo mismo y quieren seguir haciendo lo mismo. Nosotros creemos que, de una vez por todas, tenemos que llevar a cabo reformas importantes. Y no sólo en materia económica y fiscal. Hay que devolver la credibilidad a las instituciones con medidas concretas que negociamos con Susana Díaz y que ahora no quiere cumplir. Yo le advertí en el Parlamento. La confianza es un hilo muy fino. Al final, ella lo ha roto.

¿Ni en un caso de verse en la tesitura de tener que elegir entre la estabilidad y una posible situación de ingobernabilidad de Andalucía?

Andalucía va a ser gobernable. Yo no comparto ese miedo que el PSOE quiere inculcar a los andaluces. Aquí no va a haber un bloqueo. Habrá un resultado electoral y habrá que gestionar la aritmética. Seguramente, habrá varias opciones. Lo que pasa es que Susana Díaz utiliza la estrategia del miedo. Y lo hace una vez más.

El veto a Susana Díaz por su parte es inapelable.

Absolutamente.

¿Cómo valora la opción PSOE y Adelante Andalucía?

Si lo deciden los andaluces, es la voluntad de los andaluces. Soy respetuoso con lo que decidan los ciudadanos el 2 de diciembre. En este momento, hay una posibilidad de lograr un cambio. El cambio en el Gobierno de Andalucía vendrá de la mano de Ciudadanos o no llegará.

Usted presume de poder sentarse con todo el mundo, aunque asegura que con algunos no es posible llegar a acuerdos. ¿Se refiere a Adelante Andalucía?

Con Adelante Andalucía hay un problema de fondo. Tenemos proyectos políticos antagónicos. A partir de ahí, cuando hablamos por ejemplo de asuntos fiscales, es imposible coincidir. Cuando hablamos de la forma de gestionar la sanidad o la educación, ellos siguen queriendo apostar por un sistema que nosotros no compartimos.

¿Teme que las urnas no refrenden las expectativas electorales que se están barajando para su formación?

En absoluto. Yo soy una persona bastante optimista. Lo he sido a lo largo de toda mi vida. Pero también soy consciente de las dificultades. Es la primera vez en 40 años, que realmente hay una oportunidad de cambio. Y esa oportunidad se va decidir en la campaña electoral. En otras, ya estaba todo más claro.

¿Firmaría los resultado que le otorga el último CIS? Doblaría sus escaños de 2015.

No firmo nada. No se trata de doblar los resultados. Se trata de cambiar el Gobierno de la Junta de Andalucía. Los que estamos acostumbrados a competir nunca salimos a empatar. La resignación no entra en mi forma de ser.

¿No se siente a veces como un suplente en el banquillo con tanta presencia de Albert Rivera e Inés Arrimadas?

Al revés. Lo que me siento es acompañado. Además, les estoy agradecidos. Yo comprendo que haya otros que sientan vergüenza, como es el caso de Susana Díaz, de que vengan aquí sus líderes nacionales... Con lo que están haciendo con Andalucía, por otra parte, no me extraña. Pero que venga Inés a Andalucía... Si es que Inés es de Jerez. Y a ella le duele Andalucía porque su familia vive aquí.

En el PP insisten en que a usted le están escondiendo.

Yo no sé lo que opinan en el PP. Yo solo sé que he sido revalidado por las primarias de mi partido. He conseguido un 70% del apoyo de los militantes de Ciudadanos en Andalucía. Estoy en el sitio en el que tengo que estar y esto lo ha decidido la gente de mi partido. ¿Qué primarias han tenido Susana Díaz o Juanma Moreno?

Un proyecto igual para toda España. ¿No le gusta la diversidad a Ciudadanos?

Los principios y valores que defendemos son los mismos, allá donde vayamos. Lógicamente, cada territorio tiene sus particularidades. Pero siempre partiendo de los principios de igualdad y unión. Andalucía es un territorio con unas particularidades que necesitan mucho trabajo y atención.

¿Estas elecciones son también una batalla de la derecha entre Rivera y Casado?

No creo. Aquí, lo que se está jugando es la presidencia de la Junta de Andalucía. Y darle una oportunidad a esta tierra que lleva esperando muchísimos años. Eso es lo único que se está jugando aquí. Sé que otros tienen otras aspiraciones personales. Casado dijo que esto era un banco de pruebas para las nacionales. Mire usted, Andalucía no es un banco de pruebas. Esto es más serio. De las palabras de Casado se nota y se deduce que al PP no le importa ni nunca le ha importado Andalucía. Aquí no estamos en un simulacro para ver si Casado va a ser presidente o no.

¿Usted haría presidente a Juanma Moreno si dan los números y el PP queda por delante de su formación?

Me va a tener que hacer presidente él a mí. Es que aquí hay una fuerza que es Ciudadanos, y que es la única que crece y genera ilusión. Una fuerza política por la que los andaluces están apostando. Estamos viendo como el PP se hunde cada día más. Realmente, la pregunta es si Juanma Moreno apoyará a un gobierno de cambio liderado por Ciudadanos. Juanma Moreno tiene en su mente hacerme presidente y yo se lo agradezco. Es lo que dicen los sondeos y lo que dicen los andaluces.

¿Sería una decepción quedar por detrás del PP?

La única decepción sería no poder cambiar el Gobierno de Andalucía. Después del 2 de diciembre, cuando los andaluces hayan votado, habrá que sentarse para hablar. Mi intención será la de presidir ese cambio que Andalucía necesita.

¿Sacar del Gobierno al PSOE es devolver Andalucía a los andaluces? ¿Qué significa?

El PSOE nos ha hecho creer a los andaluces que solo con ellos es posible una Andalucía de progreso. Susana Díaz es muy dada a envolverse en la bandera. O estas conmigo o estás contra Andalucía. Pero Andalucía es mucho más que eso. Andalucía no es de ningún partido político. Ni de Ciudadanos. Susana Díaz no está acostumbrada a dar soluciones, solo excusas. La culpa de que todo funcione mal, es de otros. Hasta hace poco, era de Rajoy, que maltrataba a los andaluces. Ahora resulta que gobierna Sánchez y ni abre la boca para pedirle esos recursos.

Pero usted le ha permitido gobernar durante casi cuatro años. ¿Hay arrepentimiento?

Yo no me puedo arrepentir de que los andaluces paguen hoy menos impuestos que hace tres años y medio. Ni me puedo arrepentir de que los andaluces ya no tengan que soportar el impuesto de sucesiones.

Si es así, ¿qué impide revalidar el acuerdo después del 2 de diciembre?

Porque Susana Díaz ha dicho que ya no va a cumplir nada más de lo que se firmó. Mi padre me enseñó que la palabra es sagrada. Si tu firmas un compromiso, tienes que cumplirlo.

¿Cuál fue el detonante exacto de la ruptura con el PSOE?

La escena fue la siguiente: se convoca una comisión de seguimiento para valorar todo lo que se había hecho para el 4 de diciembre. Llegamos a la mesa, con mis informes. Le digo a Chiqui (Manuel Jiménez Barrios) que para el próximo pleno del día 12 traemos la reforma de la ley electoral. Y me dice lo siguiente: «De eso no vamos a hablar, Juan. No vamos a cumplir ya con ningún asunto de los que quedan pendientes». Entonces, para qué me has hecho venir. Me levanté y me fui.

¿La sanidad es la joya de la corona de Andalucía?

Desgraciadamente, no. La sanidad pública goza del mayor presupuesto de su historia, tiene a magníficos profesionales, pero tiene una gestión nefasta. No lo digo yo. El CIS ya dice que nueve de cada diez andaluces no comparten la gestión en sanidad.