Sanidad pública

La izquierda se aferra a la gestión sanitaria para erosionar al PP

En puertas de las elecciones andaluzas, en el seno del PSOE y en Unidas Podemos no se esconde que por los ataques a la gestión sanitaria pasan muchas de sus opciones para impedir que Juanma Moreno apruebe la reválida en las urnas. A medida que se acercan las manifestaciones sindicales del día 19, el PSOE y UP llaman a una participación masiva contra el Gobierno andaluz

Concentración de alcaldes celebrada ayer ante el Palacio de San Telmo..

Concentración de alcaldes celebrada ayer ante el Palacio de San Telmo.. / La Opinión

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

En puertas de las elecciones andaluzas, la izquierda no esconde que por la protesta en materia sanitaria pasan muchas de sus opciones para impedir que Juanma Moreno apruebe la reválida en las urnas. El panorama actual confirma a la sanidad pública como el gran caballo de batalla de la precampaña. A medida que se acerca el 19 de febrero, tanto el PSOE como Unidas Podemos han ido moviendo ficha para que las manifestaciones convocadas por Comisiones Obreras y UGT sean un clamor contra la política sanitaria del Gobierno andaluz. Ayer mismo, la plataforma de alcaldes impulsada por la oposición llevó la misma cantinela a los aledaños del Palacio de San Telmo. La del día 19 sería una nueva movilización masiva en menos de un mes, después de la concentración celebrada por Marea Blanca el 22 de enero. 

Ademas, el PSOE ha empezado a provincializar el mensaje que viene liderando su secretario general y candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas. Por ejemplo, la protesta del ‘19-F’ encabezó el discurso publicitado por el líder malagueño del partido, Dani Pérez, en la última reunión de la Ejecutiva Provincial. El mismo día en el que había mantenido un encuentro con los responsables provinciales de la UGT, Pérez anunció que «el PSOE de Málaga se suma a las movilizaciones por una sanidad pública de calidad en Andalucía convocadas por los sindicatos».

Dani Pérez reiteró que «el Gobierno de la Junta no está haciendo lo que se debería hacer en materia de sanidad, sobre todo cuando Andalucía ha recibido del Estado en los últimos años en torno a 3.000 millones de euros sólo para sanidad». 

«El próximo mes de marzo finalizarán contratos de refuerzo Covid que pueden afectar en Málaga a 2.000 trabajadores y, sumados a los 1.500 ya despedidos, podríamos hablar de que en esta provincia se pueden despedir a la barbaridad de 3.500 profesionales sanitarios», añadió.

En los últimos días, los dirigentes malagueños de Unidas Podemos también vienen proclamando «un llamamiento a la participación masiva de la ciudadanía en la manifestación en defensa de la sanidad pública convocada en todas las capitales andaluzas para el próximo 19 de febrero». El discurso al que se entregan arremete contra «la política sanitaria de despidos de profesionales y el cierre de servicios esenciales, como la maternidad del Hospital Clínico, que está emprendiendo el Gobierno de Juanma Moreno, con el apoyo de Ciudadanos y Vox». 

Mientras la izquierda llama a la movilización con manifestaciones como las del día 19 en el horizonte, fuentes del PP reconocen que son «plenamente conscientes» de que la estrategia del PSOE y de Unidas Podemos para acortar la distancia que marcan las encuestas se nutrirá en gran medida de los ataques a la gestión sanitaria del Gobierno andaluz. 

Por lo pronto, los populares se han enrocado en la defensa del ‘cambio’ impulsado por el Ejecutivo de Juanma Moreno, al considerar que es el mejor ataque posible para consumar el jaque mate al que aspiran en el tablero oficial de las urnas. Y, a su vez, no pierden de vista que la ofensiva comandada en cuanto se ‘liberó’ de la alcaldía hispalense por Juan Espadas -que ordenó a sus líderes provinciales la creación de plataformas reivindicativas de alcaldes- pretende darles a probar de la misma medicina que contribuyó al ocaso en San Telmo de la expresidenta socialista de la Junta, Susana Díaz.

Es más, en el Gobierno andaluz se contempla como una obviedad que el PSOE y el resto de fuerzas de izquierda están detrás de la protesta promovida por los sindicatos Comisiones Obreras y UGT.   

El propio presidente andaluz, Juanma Moreno, se ha puesto una coraza ‘victimista’ al asegurar por activa y por pasiva que le «duele» la actitud del PSOE con la sanidad pública andaluza. «Recortaron el presupuesto durante años y, ahora que ponemos más recursos, utilizan la pandemia para golpear al Gobierno», defiende Moreno.

Asimismo, el consejero de la presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, suele reiterar en alusión a sus contrincantes electorales que «como con la gestión no pueden, se lanzan al regate corto y la guerra sucia o la única solución que ofrecen es la de la pancarta». Bendodo llega, incluso, a darle la vuelta al calcetín. Mientras insiste en que estos tres últimos años se han contratado a 30.000 profesionales sanitarios más en la región, le devuelve como un bumerán la acusación de los despidos al PSOE: «¿Qué pasó en Andalucía de 2010 a 2018? Los socialistas echaron a la calle a casi 8.000 trabajadores sanitarios y nadie lo ha desmentido porque es cierto».  

Incluso, el consejero de Salud, Jesús Aguirre, se ha puesto a la defensiva bajo el clima reivindicativo impulsado por la oposición y los sindicatos, al asegurar que no comprende «ese afán absoluto por las manifestaciones». «No las comparto porque esta sexta ola de la pandemia no está para que se lleven a cabo estas movilizaciones y la sanidad pública andaluza ha estado a la altura de las circunstancias», sostuvo el titular de Salud al ser preguntado por la inminente celebración de nuevos actos de protesta en todas las provincias.  

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Durante la reunión que mantuvieron el pasado 31 de enero con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, las dirigentes regionales de Comisiones Obreras y UGT le hicieron ver que no darían un paso atrás respecto a las movilizaciones programadas contra la gestión sanitaria el sábado 19 de febrero, de forma simultánea, en las ocho provincias andaluzas.  

Bajo el clima de tensión que reinaba por la Atención Primaria y con el ‘19-F’ flotando en el horizonte sindical, Moreno recurrió al gesto de ofrecerles cierto protagonismo en el proceso de reparto de los fondos europeos.