El pacto castellano baja hasta el sur

Ahora que (casi) todo se anuncia en Twitter, Alfonso Fernández Mañueco no fue menos y, un cuarto de hora antes del Ángelus, proclamó que había llegado a «un acuerdo de legislatura con Vox». La onda expansiva del pacto fue inmediato y adquirió una dimensión nada sorprendente en las redes sociales. Andalucía es el otro epicentro al que se mira ahora con la comparación a la orden del día porque sus comicios se celebran este mismo año. El pacto castellano bajó hasta el sur. Lo delicado que es el asunto para el PP andaluz se comprobó en el silencio tuitero de su cúpula. Eso sí, el presidente Juanma Moreno intercaló en su cuenta algún mensaje que invitaba a leer entre líneas y, de algún modo, huía de Vox al recordar que «Andalucía va a seguir demostrando con hechos y más recursos que defiende la igualdad». Además, en el Parlamento lo criticó y se preguntó: ¿Cómo va a ser fuerte un gobierno de Vox?

Uno de los primeros en reaccionar en sus redes fue el líder regional y candidato del PSOE a la presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Espadas, quien buscó un paralelismo entre el pacto y la realidad con la que ha venido conviviendo el Gobierno andaluz. Espadas aseguró que «el PP de Feijóo da un paso más en el camino abierto por Moreno Bonilla y abraza la radicalidad de la extrema derecha, algo que no ocurre en ningún lugar de Europa». «Con el #pactodelavergüenza en Castilla y León, el PP demuestra que ni es moderado ni de centro, sino muy de derechas», añadió el secretario general del PSOE andaluz.

Las impresiones de Espadas fueron amplificadas por los socialistas malagueños. Por ejemplo, el secretario de Organización, Pepe Bernal, usó como hashtag el 'no pasarán' de la Guerra Civil. Y la parlamentaria andaluza Beatriz Rubiño subrayó que «éste ha sido el lamentable estreno de Fejióo». Lo hizo con errata incluida -no se sabe si involuntaria o no- a la hora de mencionar al presidente autonómico gallego, que relevará a Pablo Casado tras el congreso nacional del PP de los días 1 y 2 de abril en Sevilla.

Vox se hace con la presidencia de las Cortes y cuatro asientos en el Gobierno de Mañueco

También resulta muy llamativa la forma en la que ha venido reaccionando a lo que acontece en Castilla y León el diputado nacional y líder orgánico de Ciudadanos en Málaga, Guillermo Díaz, quien también ejerce como un activista de Twitter que destila un estilo de lo más fresco y peculiar. Así quedó reflejado en la respuesta de Guillermo Díaz al tuit en el que, horas antes de terminar de perfilarse la alianza, Alfonso Fernández Mañueco daba cuenta de su ofrecimiento al partido de Santiago Abascal: «Vamos a convocar elecciones que sacamos mayoría absoluta, nos cargamos el Gobierno, echamos a Ciudadanos y es un escalón más a la Monclpfffffffffffffffffffff…’. Con estos se podría hacer otra serie: ‘Los adenauers’», escribió el diputado malagueño dejando claro el malestar que mantiene el partido liberal desde que fue desalojado por Mañueco como socio de Gobierno.   

En cambio, Vox andaba de fiesta y, por ejemplo, su diputada malagueña Patricia Rueda se hacía eco del mensaje en el que el candidato castellanoleonés de su partido, Juan García-Gallardo, celebraba «un acuerdo sensato, sin ganadores ni perdedores». Además, le dio la enhorabuena y difundió varias fotos junto a él en la campaña electoral.

Además, si se miraba a la izquierda del PSOE en el convulso patio ‘tuitero’, el coordinador regional de Izquierda Unida, el malagueño Toni Valero, afirmaba que «los amigos de Putin entran en el gobierno de Castilla y León de la mano del nuevo Partido Popular de Feijóo». «Así se estrena Feijóo: con el primer Gobierno en el que la ultraderecha entra en el Ejecutivo. Utiliza la misma careta que Moreno Bonilla en Andalucía», escribió Valero en otro de sus mensajes.

Además, la líder andaluza de Podemos, Martina Velarde, expresó un ilustrativo «lo que viene» en clave andaluza. Lo hizo mencionando otro ‘tuit’ de la diputada sevillana de Unidas Podemos, Isabel Franco, quien aludió al presidente de la Junta de Andalucía y situó a «Moreno Bonilla justificando el pacto del PP con la extrema derecha de VOX, porque en Andalucía quiere hacer lo mismo». «Ahora es el momento en que las andaluzas y andaluces protejamos nuestra tierra», escribió Isabel Franco tomando como punto de partido lo manifestado por Moreno en sede parlamentaria.

El presidente andaluz aseguró que «Castilla y León es Castilla y León y Andalucía es Andalucía», durante el debate que la portavoz socialista Ángeles Férriz le planteó durante la sesión de control al Gobierno andaluz en el Pleno del Parlamento de Andalucía. «Nosotros creemos en la autonomía, en la que cada comunidad autónoma y cada líder marca su estrategia, sus prioridades y sus pactos; puede explicarme qué hemos canjeado los andaluces para que su partido pacte con la Esquerra Republicana de Cataluña independentista y con un partido heredero de ETA que no condena el terrorismo», agregó Moreno.

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