Los trabajadores de limpieza de Fuengirola cumplieron ayer su cuarto día de huelga a la espera de que la empresa concesionaria del servicio, Urbaser, dé respuesta a su demanda de mejoras laborales en el nuevo convenio colectivo.

El comité de empresa sostiene que se están cumpliendo los servicios mínimos y que la huelga se está desarrollando con normalidad y sin incidencias, pero que todavía no existe ningún tipo de negociación y continúa a la espera de que desde Urbaser o desde el Ayuntamiento se les abra una puerta para negociar. Su presidente, Francisco Jiménez, dijo a Efe que Fuengirola «ya huele» y que empiezan a apreciarse las carencias en el servicio de limpieza, y añadió que los establecimientos del paseo marítimo «van a tener problemas porque nadie va a poder sentarse en las terrazas», ya que «aunque no se vea, la basura está ahí». Así señaló que aproximadamente 40 toneladas de residuos se quedan sin recoger diariamente en este municipio malagueño de 75.000 habitantes que en verano triplica su población, y denunció el seguimiento de los operarios «como si fuesen delincuentes» por parte de la Policía Local y personal del Ayuntamiento.

Desde el Consistorio afirman que se está recogiendo entre el sesenta y el ochenta por ciento de la basura diaria y señalan que tras los primeros días de paros la localidad presenta «un aspecto aceptable», aunque insisten en que los servicios mínimos no se están cumpliendo al nivel acordado.

Los servicios mínimos establecidos por el Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (Sercla) son del 50 por ciento en días laborables y del 65 por ciento en fines de semana y festivos.