Benalmádena está de luto. El que fuera alcalde de Benalmádena durante 24 años, Enrique Bolín, ha fallecido a los 78 años de edad, como consecuencia de las lesiones sufridas tras una caída, el pasado domingo en su domicilio. El funeral por el eterno descanso de su alma está previsto el viernes, 19 de octubre, a las 12.00 horas, en la Parroquia del Carmen de Benalmádena.

Enrique Bolín está considerado el inventor de Benalmádena, tal y como la conocemos hoy considerado el inventor de Benalmádena,. Bajo su mandato se forjaron la señas de identidad de Benalmádena, como el único parque de atracciones de la Costa del Sol, Tívoli World, la espectacular revolución que supuso la construcción de Puerto Marina Benalmádena, la estación del Cercanías en Arroyo de la Miel o el parque de la Paloma, sin olvidar el Teleférico, el Festival de Cine de Autor, el Cementerio Internacional, el Club de Hielo o la Niña de Benalmádena del insigne Jaime Pimentel.

Precisamente la última vez que el exalcalde acudió a un acto público fue con motivo del aniversario de la escultura de la Niña de Benalmádena, el pasado mes de junio.

Enrique Bolín fue el alcalde más joven de España cuando fue elegido regidor de Benalmádena en 1966, contando con tan sólo 23 años.

En 1974 dimitió por discrepancias con el entonces gobernador civil, pero cinco años más tarde, en 1979 volvió a presentarse y ganó las primeras elecciones democráticas en el municipio.

En 1983 se presentó a la reelección y ganó por mayoría absoluta. Sin embargo, en 1984 tuvo que dejar la alcaldía tras una moción de censura.

En 1989 fue expulsado del Partido Popular tras ser condenado a cuatro meses de prisión por posesión de cocaína en Gibraltar. Tras este episodio creó el GIB- Bolín el Grupo Independiente de Benalmádena, con el que estuvo al frente de la alcaldía entre 1995 y 2007. Un año más tarde, en 2008 fue inhabilitado para cargo público por prevaricación urbanística.

En julio de 2010 publicó sus memorias en las que reivindicaba su legado como impulsor de los proyectos que han marcado el desarrollo social y económico de Benalmádena. "Si yo no gobierno, aquí no se hace nada", llegó a decir. Y reivindicó nuevos proyectos para el futuro de la ciudad, como el gran teatro de Costa la del Sol, un gran centro comercial, la ampliación del puerto, la construcción de aparcamientos por el término municipal o la reforestación de la sierra.

En sus memorias cuenta cómo fue elegido directivo del CD Málaga con tan sólo 18 años. "Aquello me abrió muchas puertas", confesó en su día, y le valió que el gobernador civil le llamara un buen día para nombrarle alcalde de Benalmádena. Una ciudad a la que se entregó y se dedicó sin reservas, con sus luces y sus sombras, en la que dejó un legado incuestionable y a la que le dio sus señas de identidad; una ciudad que impulsó siendo niña y que le llora hoy convertida en mujer.