Toros

«Monótono» marca el triunfo en una tarde para el recuerdo en la Goyesca de Antequera

Roca Rey indultó un gran toro de Domecq y Juan Ortega demostró que es uno de los grandes capoteros del momento en un triunfal festejo

Roca Rey, en un momento de su actuación.

Roca Rey, en un momento de su actuación. / David Bracho

Daniel Herrera

Antequera se preparaba para vivir un gran acontecimiento. En el 175 aniversario de la inauguración de su plaza de toros, uno de los cosos más bonitos de toda Andalucía, se celebraba su Tradicional Corrida Goyesca. Ambiente de gala el que se vivía en un día grande de la Real Feria de Agosto.Todo estaba preparado con esmero, desde todos los detalles de la plaza, especialmente engalanada para la ocasión, hasta el cortejo goyesco que llevaba a los matadores como auténticos héroes de nuestro tiempo por las calles del municipio.

Al margen de todos estos aditivos, el propio cartel ya despertaba el entusiasmo de los aficionados, que daban una gran respuesta. Personas llegadas desde todos los puntos de la provincia y de provincias limítrofes se congregaban en el epicentro de Andalucía para vivir una gran tarde de toros.

El torero más aclamado del momento, el que arrastra legiones de aficionados, muchos de ellos jóvenes que se acercan por primera vez a una plaza de toros atraídos por esa aura que ha logrado a pesar de su juventud, es sin duda Roca Rey.

Era el gran atractivo para el gran público, aunque sus compañeros de cartel no desmerecían. Dos conceptos de corte artístico como son el ya veterano torero de pellizco Curro Díaz; y un diestro para paladares exquisitos como es Juan Ortega, una sustitución del lesionado Cayetano que había agradado.

«Monótono» marca el triunfo en una tarde para el recuerdo en la Goyesca de Antequera

La terna, triunfal. / David Bracho

Faltaba que embistiera la corrida de Santiago Domecq. ¡Y vaya si lo hizo el tercero! El espectáculo tuvo un nombre propio: Monótono. Un toro, número 21, que mostró su bravura en el ruedo y se ganó la vida. Ya fue de largo con el capote en el recibo por delantales de Roca Rey hasta rematar en los medios con una media. Luego, tras pelear un único puyazo, volvió a meter la cara con calidad en un explosivo quite alternando chicuelinas con tafalleras. Saludaron los banderilleros Antonio Chacón y Paco Algaba, y por si alguien aún no lo había visto, demostró su bravura en la faena de muleta. Le exigió el peruano, llevándolo largo y bajándole la mano. Pero el de Santiago Domecq no se cansaba de embestir. Pese a acortarle las distancias en el tramo final del trasteo, el diestro lo exhibió y puso de acuerdo a todo en la justicia del indulto. También fueros más que justos los máximos trofeos que, de forma simbólica, paseaba a la vuelta del astado a los chiqueros.

Una oreja más sumó del sexto, en una faena bien distinta a un toro que no tenía franqueza en sus embestidas y que fue sometiendo hasta imponerse con rotundidad en un fin de faena encimista que siempre tiene respuesta en los tendidos por el valor sereno del diestro.

Curro Díaz se lucía en un recibo capotero al primer toro de la tarde, que en la muleta acusó su falta de fuerza al echar la cara arriba a la salida de cada lance; destacando las tandas en redondo con detalles por bajo y rubricada con una buena estocada. La primera oreja al esportón.

Remataba el triunfo en el cuarto, un toro descompuesto de salida en el que impuso su superioridad con firmeza hasta meterlo en el canasto fundamentalmente por el pitón derecho. Nuevamente fue un cañón con la espada, y otra oreja.

Juan Ortega se reivindicaba una vez más como uno de los grandes capoteros del momento. Las tres verónicas de recibo al primero de su lote fueron de escándalo, marcando todos los tiempos y con una suavidad extrema. Luego, aprovechó la nobleza del astado en tandas fundamentalmente en redondo, con trincherillas de remate llenas de poso. Todo lo bueno hecho se iba al traste con el mal uso de los aceros.

Nuevamente estuvo brillante en el capote en el quinto, con un recibo rodilla flexionada de influencia ordoñista y un quite por verónicas y remate con chicuelina despaciosa. Faena de mucha pureza la instrumentada a este astado, con naturales de mucho temple. El toreo de toda la vida también cautivó y completaba una tarde más que completa con los tres diestros a hombros por la Puerta Grande hacia la monumental Puerta de Estepa antequerana.

La corrida

  • PLAZA DE TOROS DE ANTEQUERA
  • Domingo, 27 de agosto de 2023 
  • La Plaza de Toros de Antequera registró tres cuartos de entrada en tarde agradable. Se lidiaron seis toros de Santiago Domecq, correctos de presentación. El tercero, Monótono de nombre, fue indultado. Curro Díaz: estocada (oreja) y estocada (oreja). Juan Ortega: cuatro pinchazos (palmas tras aviso) y estocada (dos orejas). Roca Rey: dos orejas y rabo simbólicos tras el indulto y media estocada (oreja).