Robe Iniesta celebra el «presente» en Málaga el próximo 27 de julio

El anhelo de ver por última vez a Extremoduro sobre los escenarios se esfumó con el devenir de las cancelaciones propias de la crisis sanitaria. La pandemia acabó por tornar amargo el presumiblemente dulce final de una de las bandas más importantes del rock patrio, que acabó fracturada y con su carismático líder, Robe Iniesta, abocado a un duelo judicial con la promotora de la gira, Live Nation; enfrentamiento judicial que, por cierto, el músico acabó ganando hace apenas unas semanas, cuando la jueza que instruía el caso le libró del pago de una indemnización de casi cuatro millones y medio de euros por lo que la compañía considera una resolución unilateral del contrato que le unía a la banda para esa última tanda de conciertos.

Desde entonces, desde aquel comunicado que Robe publicó en la web del grupo enterrando definitivamente a Extremoduro, todo lo que ha rodeado al plasentino ha resultado algo turbio; todo, menos la música. Porque si el adiós (sin despedida) de la banda no fue consensuado –así lo ha afirmado el que era su mano de recha, el guitarrista Iñaki Uoho Antón–, el inició de esta nueva etapa con Mayéutica (2021), continuación de La ley innata (2008), sonaba a borrón y cuenta nueva, pero también al mejor Robe; un Robe colosal y en estado de gracia que en Murcia demostró por partida doble –a los pocos meses de sacar el disco y en octubre del año pasado, primero con restricciones pandémicas y, después, con todas las garantías de un concierto de rock– que la pena es menor si cerramos los ojos y escuchamos lo que a todas luces es una evolución natural de lo que firmó Extremoduro en sus últimos trabajos.

Por eso el regreso a Málaga de Robe (Iniesta y la banda, que adopta como nombre el diminutivo de su líder) es siempre una buena noticia, incluso para aquellos que todavía lloran al legendario cuarteto extremeño, padres del rock transgresivo. Y más cuando ese regreso, previsto para el 27 de julio, está motivado por la publicación de un nuevo disco, porque ya lo dijo en su día el autor de Jesucristo García: «Se habrá terminado Extremoduro, pero no mi vida». ¿La demostración? Se nos lleva el aire (2023), que vio la luz en su integridad el pasado viernes. Se trata del primer álbum escrito específicamente por y para Robe desde la disolución de su anterior grupo, ya que en un principio Mayéutica –y tiene todo el sentido del mundo– iba a ser el duodécimo álbum de estudio de Extremo.

Fue el propio Robe quien presentó este martes en rueda de prensa tanto el nuevo álbum como la gira que le acompaña, Ni santos ni inocentes, que arrancará el 11 de mayo en el Auditorio Marina Sur de Valencia y que rozará las cuarenta fechas, afirmó el músico. Por lo pronto, ayer se presentaron la mayoría –unas treinta, incluida la de Málaga, en el Auditorio Municipal Cortijo de Torres–, a las que se irán sumando dobletes y quizá alguna plaza nueva en las próximas semanas.

Sobre ellos, sobre su nuevo grupo –formado por Alber Fuentes, Lorenzo González, Woody Amores, Carlitos Pérez, David Lerman y Álvaro Rodríguez Barroso–, también se pronunció el músico: «Somos más banda de lo que ha sido Extremoduro nunca», reivindicó Robe en Madrid.

Las entradas saldrá a la venta este jueves a las 12.00 horas en la web oficial del grupo.