Richard Ford: "No tengo otra cosa que hacer que escribir, he fracasado en todo lo demás"

Richard Ford, uno de los novelistas más excepcionales de la literatura norteamericana contemporánea, y Juan Gabriel Vásquez, para muchos el heredero de Gabriel García Márquez, entablaron este miércoles un diálogo en la Sala Unicaja María Cristina como primera actividad de la tercera edición de Escribidores, el ambicioso festival literario nacido al amparo de la Cátedra Vargas Llosa y con la colaboración de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga y la Fundación Bancaria Unicaja que, a lo largo de estos días y a lo ancho de Andalucía, ha invitado a figuras de las letras de primerísimo orden. Extractamos algunos de los pasajes más destacados de la conversación entre Ford y Vásquez.

Primeras lecturas

Richard Ford: «Empecé a leer muy tarde. Soy disléxico y nadie en mi familia realmente era lector, ninguno había ido a la universidad, así que leer no fue algo que surgiera de una manera natural. ¿Que qué libro recuerdo entre los primeros? Pues recuerdo ¡Absalón, Absalón! (William Faulkner), probablemente uno de los libros escritos en inglés más complejos. Hay una cita maravillosa de Paul Eluard: Hay otro mundo, y está en éste. Con los libros lo descubrí, descubrí que ese otro mundo está en mi mano. Y enriquecieron mi vida».

Juan Gabriel Vásquez: «No tengo ningún recuerdo en el que no estuviera leyendo algún libro, siempre estaba buscaba algún rincón para leer. A los 9 años lo más importante para mí era el fútbol. Leí una biografía en inglés de Pelé y mi padre me dijo que si se la traducía al español me pagaría. Lo hice pero al final no me pagó [Sonríe]. Pero recuerdo aquellos primeros libros de aventuras de Dumas, Verne... Y creo que soy de la última generación que creció con esos clásicos como primeras lecturas, porque los jóvenes lectores de hoy empiezan con libros infantiles, juveniles, no con obras como La isla del tesoro».

Decidir ser escritor

Vásquez: «Empecé a escribir a los 8 ó 9 años pero el momento en que me di cuenta de que no quería que aquello fuera un hobby fue cuando estudiaba Derecho. Es un cliché latinoamericano: si eres latinoamericano primero estudias Derecho y luego te haces escritor. Podría darles un inventario larguísimo de escritores qu epasaron por las facultades de Derecho. Allí me di cuenta de que escribir era la manera de encontrar un lugar en el mundo. Así que terminé la carrera, y siguiendo otro cliché, me fui a París a escribir».

Ford: «Yo suspendía en mis estudios, fracasaba en todas las tareas... En realidad, sólo intenté ser escritor porque a Kristina, que entonces no era mi mujer todavía, le parecía una buena idea. Aún no sé porqué lo pensó».

La tarea de escibir

Ford: «No creo que escribir novelas sea muy duro. Si lo fuera yo no sería capaz de hacerlo. Además, si eliges hacer algo, ya no te puedes quejar. Para mí escribir es algo normal, cotidiano. Es mi puesto de trabajo: no tengo otra cosa que hacer y, además, he fracasado en todo lo demás».

Vásquez: «Georges Simenon solía someterse a exámenes médicos antes de empezar una novela porque quería tener la certeza de que se encontraba bien para afrontar la tarea. Y es que es complejo meterte en la cabeza de todos los personajes que hay en una novela, contener toda esa información en tu cabeza...».

La ficción

Ford: «La literatura es la manera de renovar nuestro mundo sensorial, nuestro mundo emocional, de encontrar algo que no podemos encontrar en ningún otro sitio en el mundo».

Frank Bascombe

El moderador, Eduardo Lago, pregunta a Richard Ford sobre su relación con el personaje más conocido de su literatura, el periodista deportivo devenido agente inmobiliario Frank Bascombe.

Ford: «Frank no es una persona, es un instrumento hecho de lenguaje. Llegó a mi vida en 1982 y me aportó una manera de hablar desde la página, una voz; una voz que podía ser seria y divertida al mismo tiempo, algo que necesitaba en mi literatura, y que me animaba a emplear todas mis facetas. Gracias a Frank me di cuenta de que todo lo que me preocupaba podía tener cabida en mis libros. Así que gracias a él durante todos estos años he podido sacarme a mí mismo el máximo partido... Escribiendo, me he hecho reír a mí mismo, llorar al terminar de escribir una de mis novelas. Y siempre me preguntaba en estos momentos: ¿Qué podría haber mejor que esto?».

Novelas cortas, novelas largas

Ford: «A mí siempre me ha parecido que la gran literatura americana es la que se escribe en novelas cortas, como las de Fitzgerald, Saul Bellow, William Maxwell... Son las que yo prefiero escribir».

Vásquez: «La literatura norteamericana y la latinoamericana comparten el amor por la literatura en formato corto, con obras maestras muy breves como Los cachorros (Vargas Llosa) o Crónica de una muerte anunciada (García Márquez). A mí me encantaría escribir una novela corta».

Ford: «Envejece y podrás [Ríe]».

El escritor y su rol político

Vásquez: «Me enfada cuando se intentan mezclar la responsabilidad del escritor como un ciudadano con su responsabilidad como novelista, como creador. Son dos caras diferentes. Como decía Kundera, las novelas son la suspensión del juicio de culpables e inocentes para intentar entendernos».

Ford: «Como escribió George Eliot (en Felix Holt, una de sus novelas), No hay vida privada que no haya estado determinada por una vida pública más amplia. Todo lo que hacemos tiene una proyección en la esfera pública así que todo lo que escribo tiene una dimensión política».

Vásquez: «Recuerdo una crítica que recibió Chejov: Nos encantan tus cuentos pero no sabemos qué piensas, cuáles son tus convicciones. Y él respondió que lo importante de escribir es formular las preguntas correctas»

Ford: «Yo no tengo las respuestas pero sí que puedo elegir... Como dijo Henry James: Lo más difícil que hacemos es la elección. Cuando elegimos, los novelistas le estamos diciendo al lector: Esto es importante».’

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