Fútbol

La 'aldea' vikinga de Islas Feroe al asalto de la Champions: una estrella que importa alimentos y más ovejas que personas

El Klaksvíkar es el primer equipo del país que alcanza una fase de grupos de competición europea: aspira a que sea de Champions tras derrotar al Ferencvaros húngaro, al Hacken sueco y... ¿al Molde noruego?

Árni Frederiksberg, con seis goles, es su referente y máximo anotador del torneo: trabajaba como director ejecutivo de una empresa que trae productos a un país con más población bovina (70.000) que humana (53.000)

Estadio del Klaksvíkar.

Estadio del Klaksvíkar. / EPE

Demís Iglesias

El protagonista del verano no es Kylian Mbappé. No en la Champions. Tampoco ninguno de los equipos que ha estado de gira por EEUU o cualquier enclave a miles de kilómetros. El jugador más exitoso en lo que va de escasa temporada 2023-24 es Árni Frederiksberg, director ejecutivo de Kjolbro Heilsola, una empresa importadora de productos alimenticios de Islas Feroe, que por primera tendrá un equipo en la fase de grupos de una competición europea.

El Klaksvíkar Ítróttarfelag, conocido popularmente como el KÍ, se ha asegurado, como mínimo, estar en la Conference League (la tercera en importancia). Aunque parece dispuesto a entrar en la Champions. Empezó eliminando al Ferencvaros, el campeón húngaro, después asaltó al Hacken, el primero de la liga sueca; y el siguiente en su lista de víctimas es el Molde noruego.

Islas Feroe es una gran fiesta

Por el momento, los héroes de una nación de menos de 53.000 habitantes han ganado el primer asalto por 2-1. Si superan esta ronda (disputan la vuelta este martes a las 19.00 horas), solo les restará la final para acceder a la fase de grupos de la Champions. Si pierden, irán a la Europa League. Pase lo que pase, la euforia se ha desatado en el archipiélago. La culpa es del ejército vikingo que lidera Frederiksberg, máximo goleador de la Copa de Europa con seis tantos. 

Los jugadores del Once inicial del Klaksvíkar Ítróttarfelag aplauden a su afición.    /

Los jugadores del Once inicial del Klaksvíkar Ítróttarfelag aplauden a su afición. / / KLAKSVÍKAR ÍTRÓTTARFELAG

"El país se ha sumido en una celebración colectiva. Incluso el resto de equipos ha dedicado en redes sociales espacio para felicitar al KÍ por su hazaña. El apoyo a los jugadores se siente en todo el país", cuenta Pedro Tarancón, el primer español en debutar en Islas Feroe, donde aterrizó el 10 de enero de 2016. La nación que le acoge es un hervidero y se ha unido bajo la bandera del Klaksvíka. 

Tanto es así, que en la foto de Frederiksberg que se ha hecho viral, el ultra que le apoya como un loco por detrás es el alcalde de Klaksvík. Y fuera del país, más de lo mismo. Los amantes del ‘infrafútbol’, una religión de clubes de difícil seguimiento, han celebrado por todo lo alto el triunfo del club. Hasta se ha fundado una cuenta de ‘fans’ en castellano.

Su ‘community manager’ bien podría ser ‘Ito’, como le conocen los más cercanos. Es el ‘Spaniolar’ (“el español”) de Islas Feroe, algo que lleva con orgullo un seguidor che que sufre en la distancia con su Valencia. Como tantos ‘operarios’ del fútbol decidió dar un giro total a su vida tras sufrir una grave lesión de rodilla. Después de recorrer el fútbol de su tierra se fue a Malta, Maldivas y finalmente Feroe, donde conoció a Júlia, con la que tiene dos hijas. 

Más ovejas que personas y poca luz solar

Tarancón no cambiaría ninguna de las experiencias que ha acumulado. Las más grandes en el terreno futbolístico han sido en una tierra con escasa luz solar y donde viven más de 70.000 ovejas. Es decir, hay más seres balando que hablando. Klaksvík, que significa bahía-acantilado, tiene apenas 4.774 habitantes, entre ellos los ‘matagigantes’ de la Champions. 

Es la segunda ciudad más grande del país y cuenta con diferentes empresas -entre ellas, la gran destilería del país-. Al ser un país pequeño, las fábricas más importantes están repartidas”, describe Ito, quien ya sabe lo que es levantar trofeos en una tierra que está absolutamente enloquecida con la hazaña del KÍ. El campeón tuvo que jugar contra el Molde en Tórshavn, la capital, porque su estadio se quedó pequeño.

El equipo actúa de locomotora del fútbol nacional de las Islas Feroe. “El proyecto actual arrancó hace tres o cuatro años. Nunca habían llegado tan lejos, pero la fórmula del éxito ha sido mezclar juventud y veteranía, así como jugadores de las Islas Feroe y extranjeros de perfiles más altos que provienen de Dinamarca, Suecia o Noruega”, expone el futbolista español. Tarancón se ha enfrentado en innumerables ocasiones a los protagonistas de una de las páginas más valiosas de la historia del país.

Once inicial del Klaksvíkar Ítróttarfelag.

Once inicial del Klaksvíkar Ítróttarfelag. / EFE

El fútbol manda, pero el balonmano gana

Porque el fútbol “está en el primer escalón en cuanto a popularidad, pero no es el que más éxitos tiene: es el balonmano”. En esta última disciplina, el conjunto feroés debutará en 2024 en su primera gran competición: el Europeo 2024 que se celebra en Alemania. Se convertirá en la nación con menos población en competir en un campeonato europeo. Las actuaciones de las categorías inferiores van en línea y en los últimos torneos han rozado la lucha por las medallas. 

En el ranking FIFAIslas Feroe ocupa el puesto 129, que es su promedio histórico, pero en 2016 alcanzaron la 74ª plaza. Aunque ha jugado partidos desde 1930, hasta 1988 la selección no fue reconocida por la FIFA y la UEFA. En los últimos tiempos, el cuadro que dirige el sueco Hakan Ericson ha conseguido resultados notables como un triunfo por 2-1 ante Turquía. En el mismo camino, la sub-21, que llegó a empatar contra la Francia de Camavinga

A nivel olímpico, los deportistas dependen del Reino de Dinamarca, país con el que Islas Feroe mantiene una relación de región autónoma, aunque han sido varias las veces en las que el gobierno feroés ha planteado la posibilidad de competir de modo independiente. Lo que es innegociable es la apuesta por el deporte en el archipiélago. 

Frederiksberg, el goleador currante y de familia millonaria

“La federación hace cursos para los entrenadores casi una vez al mes y traen a técnicos de otros países para que enseñen diferentes metodologías. Están invirtiendo mucho, junto a los clubes, en el aspecto formativo”, explica Pedro Tarancón, quien ha militado en el Skala AB, B68 o ÍF, diferentes clubes que le han permitido conocer al detalle a equipos como el Klaksvíkar, que está haciendo historia en la fase previa de la Champions.

“La selección sigue en fase de crecimiento. Es una mezcla de experiencia y juventud, aunque sigue faltando ese futbolista que empuje a todo un país hacia una fase final”, analiza Tarancón. Pero estos días, el ‘frontman’ nacional ha sido Árni Frederiksberg, artillero del KÍ que ha firmado varios goles de excelente factura. El jugador español cuenta que “viene una familia millonaria, sin embargo, es un currante en lo que al fútbol se refiere”. 

Árni Frederiksberg, goleador del equipo.

Árni Frederiksberg, goleador del equipo. / KI KLASVIK

Para Tarancón, el hombre de moda en Islas Feroe, “se ha currado todo con su talento y dedicación. En 2016, cuando yo llegué, él era jovencito y ya destacaba en el NSI. Ganó la Copa de Feroe y se fue al B36. Volvió a ganarla otra vez hasta que se fue al Kí. Es un chico inteligente, además de buen futbolista”. Si quieren pruebas de su compromiso las encontrarán en las fotos de la celebración de los goles contra el Molde donde aparece con una gran brecha en la cabeza. Dura por dentro y por fuera.

El Molde, siguiente ‘víctima’ en la lista

Una historia como la de estos ‘outsiders’ necesitaba un líder así. “Hay una anécdota que circula por ahí… Aseguran que Frederiksberg no quiso ir a una convocatoria con la selección nacional porque quería pasar tiempo con su familia. De hecho, no es un fijo, aunque después de este verano, con la Champions que está haciendo, pasará a serlo”, asegura Tarancón. 

Al lado del máximo goleador, una nómina de jugadores que compatibilizan sus actuaciones en el campo con trabajos de todo tipo. Lo habitual entre los equipos que no suelen llegar a rondas tan avanzadas de la competición. Pero en un tiempo limitante de aspiraciones de ligas cerradas y repetición hasta la saciedad de partidos entre equipos grandes, el KÍ ha roto las reglas. 

Y lo mejor está por llegar, a pesar de los pocos recursos y la eterna fuga de talentos a otras competiciones. Ahora ya nadie se ríe de Mikkjal Thomassen, el entrenador que al fichar por el Klaksvik en 2015 dijo que sería el primer club de Islas Feroe en llegar a una fase de grupos de competición europea. Ahora, la suma responsabilidad está en la libreta de Magne Hoseth, técnico noruego y máximo goleador en la historia del Molde al que el KÍ quiere enviar al Helheim (el infierno en la mitología nórdica).