El Antequera CF no perdona. Está en plena racha y ni un necesitado Linares Deportivo fue capaz de frenar la auténtica lección de fútbol ofensivo que semana tras semana dicta la pizarra de Javier Medina. El joven técnico ya alertó de que sus jugadores tenían licencia para soñar. Y con los tres puntos cosechados este domingo acechan al Málaga CF, tercero, del que apenas le separan un punto en la tabla clasificatoria.
Esta vez no hubo goleada porque el arquero lituano Ernestas Juskevicius se lució hasta por tres veces, casi de manera consecutiva, entre los minutos 69 y 76. Fue el mejor con diferencia para la escuadra visitante. Esas acciones impidieron que el segundo tanto no llegase hasta el tiempo de descuento.
Porque la primera mitad tuvo un dominio casi permanente de los blanquiverdes, culminado en el minuto 25 por el camerunés Franck Fomeyem. Recogió un balón suelto tras un rechace suelto, que venía de un saque de esquina. Así se empezó a fraguar la fiesta en El Maulí, que certifica la euforia que vive la ciudad de El Torcal, con su equipo en plena racha positiva (apenas ha sufrido tres derrotas en lo que va de Liga).
El recién ascendido buscó con insistencia la segunda diana al alcanzarse la mediación de la segunda parte. No quería sorpresas y allá por el minuto 69 ya dispuso Ale García de una extraordinaria ocasión. Pero su remate, cuando casi se cantaba gol, fue rechazado por Ernestas. Sólo tres minutos más tarde volvió a poner a prueba sus reflejos Ale Martín. Y por segunda parte ganó la partida el guardameta visitante.
El carrusel de ocasiones claras, todas ellas con disparos que buscaban terminar ajustados en las redes del Linares, lo culminó en el minuto 76 el ariete César Sousa. Esta vez Ernestas estiró la pierna a modo de arquero de balonmano y de nuevo impidió que llegase el segundo gol antequerano.
Los visitantes llegaron vivos a los últimos instantes y, al estirar sus líneas, se abrieron los espacios para que esta vez sí que dictara sentencia el cuadro local. Fue por medio de Destiny, al rematar por bajo un centro con el que Luismi había culminado una magnífica acción suya al contragolpe.