Mundial de MotoGP

Marc Márquez empieza a enseñar las uñas en Portimao

El ocho veces campeón del mundo, que ha liderado hoy, con solvencia y determinación, la primera sesión del GP de Portugal sobre una pista resbaladiza y peligrosa, acabó entre los tres primeros en una de las mejores jornadas de los últimos años. "Hoy, un 8 sobre 10, sí, estoy muy contento y con confianza", dijo el de Cervera (Lleida)

Marc Márquez (Ducati), hoy, en su boxe de Portimao (Portugal).

Marc Márquez (Ducati), hoy, en su boxe de Portimao (Portugal). / EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Emilio Pérez de Rozas

El catalan Marc Márquez sigue diciendo que está en pleno proceso de adaptación a la Ducati. El ocho veces campeón del mundo, que hoy ha liderado con soltura los primeros entrenamientos del Gran Premio de Portugal, que se celebra en el precioso circuito de Portimao, en el Algarbe, y, poco después, en la segunda sesión, donde todo el mundo mejoró los tiempos, ha terminado tercero en su segundo fin de semana con la diabólica ‘Desmosedici’, insiste en que cada día aprende algo nuevo de cómo es, cómo se comporta, cómo trabaja y cómo debe pilotarse la Ducati. Y, sí, reconoce que está, que sigue, en el buen camino.

Eso sí, MM93 va enviando mensajes a la parrilla de MotoGP: “Cada vez tengo más claro qué tengo que hacer para ir rápido con esta moto”. Si en pleno aprendizaje, si en el primer fin de semana acaba cuarto y, en el primer día, del segundo gran premio lidera una sesión y se mete en el podio de la segunda, es evidente que el mayor de los Márquez está cada vez más cerca del podio, que ya se ha ganado nada más llegar a Portimao.

Seguir aprendiendo

“Dentro del aprendizaje en el que estoy inmerso, hay cuatro detalles que empiezan a ser ya muy definitivos para ir ganando confianza y seguridad”, siguió explicando Márquez tras un día donde se puso una extraordinaria nota. “Como poco, 8 sobre 10”. No está nada mal. “Sí, porque ha sido un día de mucho trabajo, de conocernos más como equipo, con los ingenieros, con los técnicos, con los mecánicos y, sobre todo, acertar en un cambio de dirección, pequeño, que hemos hecho y que me ha ofrecido mucha más confianza con la moto y la confianza te permite forzar, buscar el límite y, sí, caerte por vez primera esta temporada”.

Decía cuatro detalles. Vayamos por los detalles. “Uno, yo soy bueno, con perdón, cuando las condiciones de la pista son muy delicadas, es decir, extrañas, raras, especialmente peligrosas y/o resbaladizas. Era así como estaba la pista por la mañana y por eso he acabado liderando la clasificación”.

Más, venga más. “Hemos trabajado, insisto, en un cambio de puesta a punto que me ha dado más seguridad con respecto a Catar, lo que significa que sabemos lo que necesitamos e interpretamos muy bien todo lo que ocurre. ¿Más?, ya sé qué neumáticos debo utilizar con esta moto y cuales debo descartar, por ejemplo, el delantero blando es imposible de montar”.

"Hoy me pongo un 8 sobre 10. Empiezo a saber lo que necesito para ir rápido con esta moto, eso es muy importante y te ofrece más confianza. Y, sí, fuerzas y te caes. Es lo que toca"

Marc Márquez

— Piloto del equipo Gresini Racing Team Ducati

La caída, la primera caída de la temporada, es el cuarto detalle de un extraordinario viernes. “La pista está igual de dura cuando te caes con la Honda que cuando te caes con la Ducati. Por suerte, ha sido solo un resbalón. Frenada en bajada y, de pronto, ha surgido el 'instinto Márquez', que, con la Honda, cuando se movía en la frenada, lograba recuperar la posición derrapando a tope, pero con la Ducati eso no funciona. Esta moto tiene otros muchos puntos fuertes, pero ese no, desde luego”.

El nuevo Marc Márquez 2.0, el que no tiene prisa, el que no piensa precipitarse, el que espera astutamente su momento, que llegará, por supuesto, reconoció, en su primer día en Portugal, haber dado, sí, un paso más con respecto al Márquez que se vio, que lució, que brilló en el trazado nocturno de Losail, en Doha, la capital de Catar.

Más y más confianza

Y lo hizo, por descontado, sin criticar a la prensa, pero haciéndoles saber que “cuando vosotros decíais que, en Losail, corrí conservador, no era así, no. No fue un tema de no querer arriesgar más de la cuenta, fue un tema de falta de confianza. Aquí, con ese pequeño cambio que hemos hecho en la moto, me siento mucho más confiado, más feliz sobre ella y por eso puedo apretar un puntito más. Y en eso estoy, en seguir dando pasitos. Y, evidentemente, llegará un momento en que el pasito definitivo costará mucho, porque será el pasito para aspirar al podio. O ganar”.

De momento, hoy, viernes de Portimao, segundo fin de semana del Mundial, Márquez solo tiene dos pilotos delante, el italiano Enea Bastianini (Ducati) y el australiano Jack Miller (KTM). Todos los demás, incluidos el campeón ‘Pecco’ Bagnaia y el subcampeón Jorge Martín, estrellas de la marca de Borgo Panigale, están detrás. “Pero mañana (por el sábado) pueden estar delante, sí. Aún no me siento tan rápido como para considerarme fijo del top-5 ¡ni hablar!”

Lo dice él y muy pocos se lo creen después de la admiración que provocó tras el primer entrenamiento de este viernes. Pero hay que creerle, jamás fue de los que ganaba hablando en la sala de prensa, pues su capacidad de intimidación frente a sus adversarios siempre la exhibe en la pista, siempre.