La postal : la memoria de los Rabinovitch y la Shoah

La francesa Anne Berest rescata el pasado de su linaje judío y la memoria de cuatro familiares muertos en Auschwitz en una investigación novelada que se ha convertido en todo un fenómeno editorial en Francia

La escritora francesa Anne Berest.

La escritora francesa Anne Berest. / L. O.

José Vicente Rodríguez

José Vicente Rodríguez

La escritora gala Anne Berest (París, 1979) se ha convertido en la protagonista del último fenómeno editorial de las letras francesas con ‘La Postal’ (Editorial Lumen), una novela donde la autora aborda la recreación de la historia de su familia, judíos de origen ruso, a lo largo de todo el siglo XX. Tras recibir el Premio Renaudot des lycéens o el Premio Selección Goncourt de Estados Unidos, el libro se ha convertido en un verdadero superventas a escala internacional con una propuesta realmente estimulante, ya que la crónica vital de la familia Rabinovitch está presentada prácticamente como una investigación (Berest tira tanto de los escritos recopilados por su madre como de un detective privado y de un grafólogo) para tratar de dar entender el verdadero misterio de fondo: cómo en Europa, hace ya 80 años, pudo ocurrir aquello que ocurrió. Hablamos, por supuesto, de la Shoah, el holocausto perpetrado por el nazismo que se cobró la vida de seis millones de judíos.

El libro parte de un acontecimiento sucedido en 2003, aunque la escritora no decidiera hasta mucho después plasmar en un libro la historia de su familia. Ese año su madre encontró una postal en el buzón sin firma alguna pero con cuatro nombres escritos en el reverso: los de los bisabuelos maternos de Berest (Ephraïm y Emma) y sus hijos Noémie y Jacques. Todos ellos vivía en Francia pero fueron deportados durante la ocupación nazi y acabaron en el campo de concentración de Auschwitz, donde murieron en 1942. La única que sobrevivió al exterminio fue otra hija, Myriam, abuela de la escritora.

La novela inicia así el recorrido por las vidas de los Rabinovitch en la década de 1920, cuando el clan familiar decide marcharse de una Rusia donde los judíos sufrían rechazo social para pasar varios años, de forma sucesiva, por Letonia, Palestina y finalmente París. El relato, concienzudamente vívido, se centra especialmente en el matrimonio formado por Ephraïm y Emma y en sus hijos, aunque a lo largo de los capítulos aparecen de forma continua el resto de integrantes del clan. Especialmente conmovedor resulta, a juicio del que esto escribe, las alusiones a la práctica del judaísmo, a pesar de ser un tiempo donde el escepticismo religioso prendía en las nuevas generaciones, deslumbradas con las ideas marxistas y el imaginario comunista.

El estallido de la Segunda Guerra Mundial truncó finalmente las encendidas (pero vanas) esperanzas de Ephraïm de recibir para los suyos la nacionalidad francesa, pues toda la comunidad judía, ya por entonces bastante ninguneada socialmente, se vio desde ese momento abocada al oprobio más absoluto. El trabajo de investigación de Anne Berest le lleva incluso a interrogar a los habitantes del pueblo francés donde sus parientes fueron detenidos y a indagar en la vida de Myriam, su abuela, que logró sobrevivir a la deportación gracias a la familia de su novio, que no era judía.

Anne Berest

  • La postal
  • Editorial: Lumen
  • 517 páginas
  • Precio: 20,8 euros

¿Qué le espera al lector en ‘La postal’? Una crónica contra el olvido y una exploración de las raíces. La autora afirma haber escrito este libro especialmente para los jóvenes, con el deseo de que se aproximen a lo que hoy día parece inimaginable (o no tanto, viendo todo lo que sucede).

«Lo que me ha interesado más ha sido la razón de ser del libro: comprender cómo mi país, Francia, organizó la deportación de los judíos. Quería intentar comprender cómo se produjo ese hecho de forma concreta. Lo que quise fue meterme en la vida cotidiana, concreta. ¿Cómo pudo ocurrir algo así?», ha comentado Berest en algunas entrevistas.

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