Carmen Manzano, funcionaria de Hacienda y presidenta de la Sociedad Protectora de Animales, posa para el fotógrafo al lado de Samara, una galga cuyo dueño, un cazador, la dejó abandonada y fue atropellada, perdiendo una pierna. Ahora, aguarda un futuro más prometedor bajo los cuidados de una familia en Finlandia. Desde la pasada primavera, las instalaciones de la Protectora llevan el nombre de José Carlos Cabra, el anterior y abnegado presidente, fallecido en enero de este año.

Si el buen trato a los animales es un signo de civilización, ¿cómo estamos los malagueños de civilizados?

Vamos a darle el cinquillo raspado. Ahora nosotros estamos promoviendo una campaña de concienciación en los colegios. Van voluntarias que les enseñan a los niños lo que es un perro o un gato, que no son un peluche porque un perro o un gato hacen pipí, hacen caca y tienen enfermedades y gastos. En un par de semanas iremos al Instituto Psicopedagógico Dulce Nombre de María a dar unas charlas.

¿El colectivo de los cazadores es el que peor trata a los animales en Málaga?

Es que para ellos el perro es un medio, un instrumento. El cazador ve muy normal que un perro se alimente de pan seco y coma cada dos días.

¿La crisis se está notando en la Protectora?

La crisis ha hecho que las adopciones en España desaparezcan y sobre todo para los perros grandes. La gente cada vez tiene más casas chicas y no cabe un perro. Otro tema importante con la crisis es la gente joven que se ha independizado y se cogía su perro y su gato: cuando tienen que volver a sus casas, el perro y el gato no. Tenemos asociaciones extranjeras de Finlandia, Alemania y Bélgica que colaboran con nosotros y son los que más nos están ayudando.

Esta carestía además ha hecho que ustedes incorporen un geriátrico.

Creo que somos la única Sociedad Protectora en España que tenemos un módulo geriátrico, dedicado a perros muy viejos, de 13 o 14 años, sin dientes o ciegos porque la gente no tiene para criarlos.

¿Cuentan con muchos voluntarios?

Hemos establecido un convenio con la Universidad de manera que vienen estudiantes como voluntarios y a cambio se les dan créditos para la carrera. En total, los voluntarios que tiene la Protectora son unos 70, y activos unos 40. Sin ellos no sería posible porque nosotros tenemos ocho trabajadores (un guarda de noche, el veterinario y la auxiliar veterinaria, la lacera y luego tres limpiadoras). Los voluntarios ayudan en las tareas de fumigación y de pasear perros que están todo el día metidos, sino se estresan. Y tenemos perros sueltos porque no hay dónde meterlos.

¿Qué extensión tiene la sede y con cuántos animales cuentan?

Este terreno mide unos 2.000 metros y tenemos 380 perros y 200 y pico de gatos, cuando la capacidad es para 260 animales. Hay patios en los que en vez de 5 hay 8 perros y en las jaulas individuales que se usan para madres lactantes o perros que son peligrosos –no con las personas, sino con los otros perros– tenemos dos puestos y si son de tamaño pequeño, tres.

¿La respuesta está en concienciar para la esterilización?

Es una de las batallas que tenemos. Es lo que le decimos siempre al Ayuntamiento. Ahí arriba está la perrera municipal, ¿por qué no entregan los animales castrados? Cada perro que sale de ahí son potencialmente cinco o seis camadas. Nosotros castramos todos y si es un bebé, con su compromiso de castración, y la castración pagada al que lo adopta.

¿Cómo está la situación económica de la Protectora?

Muy mal, somos unos 1.400 socios pero la subvención del Ayuntamiento nos la han reducido un 60 por ciento, no llega a los 30.000 euros y con eso no tenemos ni para pagar a los trabajadores.

¿Qué gasto tienen estas instalaciones al año?

Las nóminas de los trabajadores nos suponen cada mes 14.000 o 15.000 euros. Luego tienes el apartado del pienso: tenemos piensos especiales para los animales viejos, los bebés, gatos enfermos, conejos... Luego tenemos un convenio con el Hospital Veterinario 24 horas, de manera que los casos complicados los llevamos para allá. Nos hacen unos precios estupendos pero pagamos del orden de 1.000 a 1.500 euros mensuales. También están el agua, la luz, teléfono, limpieza...

¿Las cuotas de los socios no alcanzan?

Para que esto fuera rentable tendríamos que tener como mínimo el doble de socios, que pagan una media de siete euros al mes, aunque hay socios que pagan más. Ahora hemos iniciado una campaña de captación por la que un socio capte a otro.

El Ayuntamiento baja las ayudas el 60 por ciento, ¿y la Junta de Andalucía echa una mano?

El Ayuntamiento nos da la subvención porque nosotros recogemos todos los perros de la calle, hay que tener en cuenta que la perrera municipal cierra el viernes a las 3 de la tarde hasta el lunes. Tenemos un convenio con la perrera por el que cuando haya camadas de lactantes o perros atropellados que nos avisen y los recogemos, porque no va a estar un animal desde un viernes hasta un lunes. En cuanto a la Junta de Andalucía, presentamos un proyecto precioso para hacer un módulo para desahogar a los perros y para un coche –ahora mismo usamos el de un socio porque el nuestro se rompió– y la Junta nos ha denegado la subvención. La Junta no nos da nada de nada.

¿Las empresas e instituciones de Málaga se acuerdan de la Protectora?

Unicaja nos da una subvención para los folletos que entregamos a los niños en los colegios y en Carrefour Los Patios hay una campaña de recogida de pienso que hacemos una vez cada tres meses y el pienso que nos dan pues ese mes compramos menos. Pero hace falta que se conciencien más las instituciones.

¿Cómo van las relaciones con la Justicia y los casos de maltrato animal?

Es un tema bastante sangrante. Depende del juez que te toque: o contempla que el sufrimiento del animal es a tenerlo en cuenta o no. Ahora mismo tenemos un tema de un maltrato animal que hemos pedido personarnos como acusación privada y nos han pedido una caución de mil euros, a una entidad sin ánimo de lucro, de utilidad pública y colaboradora del Ayuntamiento o no nos dejan personarnos en la causa. Ese hombre seguirá haciendo lo que le dé la gana con los animales porque nadie se lo va a impedir.

En cuanto a los animales exóticos, ¿tienen problemas con ellos?

Tenemos tortugas que por ser de un tamaño determinado no se pueden tener en las casas e iguanas que cuando superan más de metro y medio tampoco. Se legisla, pero no se da la solución.

Los extranjeros siguen siendo los que más adoptan. ¿Escogen los animales que están en peores condiciones?

Esos son los que más pronto salen. En cuanto ven un animal de estas características no duran nada.

A los malagueños entonces ¿nos falta sensibilidad?

En Málaga creo que falta más compasión por los animales. Tú ves los ojos de esta perra (se le acerca una perra llamada Chivita de mirada dulce) y dices ¿cómo alguien puede haberla maltratado?