Manuel González señala las grandes manchas negras que se forman en la acera, a la altura de los puestos de verdura y frutas y comenta: «Esto es una plasta de caldo de fruta y verdura de esta semana y de las semanas pasadas».

Este vecino, que vive en la calle Ingeniero de la Cierva, a dos metros de la calle Currito de la Cruz, donde se instala todos los lunes el mercadillo, lamenta que en una barriada, que junto con Vistafranca, Bonaire y Belén, «tiene más habitantes que Alhaurín de la Torre», no se cuide a fondo la limpieza del mercadillo semanal. «Esto no se limpia, es un caldo de porquerías hasta que llegan las lluvias y lo quitan y por eso hay que estar con las ventanas cerradas porque entran moscas y mosquitos», recalca.

El presidente de la asociación de vecinos, Juan Cortés, que muestra escritos enviados al distrito en los que aparecen los problemas del mercadillo, calcula que no se baldea «desde hace cuatro o cinco meses», mientras Manuel González añade que, una vez que se retiran los puestos, Limasa barre, «quitan la suciedad, pero lo que queda es el caldo, que se queda incrustado en la acera porque no baldean ni cepillan desde hace meses».

Otro asunto que denuncia la asociación de vecinos es la cuba para la basura, que se instala la noche anterior para recoger los restos del mercadillo. Los vecinos lograron la cuba hace cerca de un año, después de muchas quejas porque las bolsas de basura y las cajas se amontonaban junto a unos contenedores clásicos, pero como señala Manuel González, «el remedio ha sido peor que la enfermedad».

Y es que el principal problema de la cuba es el ruido que forma cuando una grúa la deposita en el suelo, una operación que, lamentan los vecinos, no se hace todas las semanas a una hora prudente. «La semana pasada fue una bomba, eran las 2 y 10 de la madrugada y pegó un golpetazo en el suelo», recuerda Manuel Cruces, que vive justo delante de la cuba.

En el séptimo piso del mismo bloque vive Araceli Escobar que recuerda: «Me levanté del susto con el ruido, en vez de venir a las 2 o 2 y media que vengan a las 9 de la noche», al tiempo que también recalca que «antes venían todas las semanas y baldeaban, pero ahora está asquerosísimo».

La asociación de vecinos también aboga porque la cuba se coloque a una hora más soportable para todos además de que se instale vacía, porque a veces llega ya con basura. El presidente vecinal destaca que el pasado viernes acudieron a conocer los problemas del mercadillo, entre otros asuntos, la portavoz del grupo municipal socialista, María Gámez, y la concejala socialista Begoña Medina. «Y mañana (por hoy) vendrá el concejal Raúl Jiménez».

Ayuntamiento. Por último, Manuel González también destaca el problema de acceso de ambulancias o coches de bomberos, en caso de algún problema, durante el mercadillo, algo que a su juicio está muy difícil.

El concejal de la Carretera de Cádiz, Raúl Jiménez, explicó ayer a La Opinión que, en principio, el servicio especial de limpieza tras el mercadillo que está programado «incluye que se limpia y se baldea» y señaló que contactaría con Limasa, también para hablar del horario de instalación de la cuba. «Es verdad que forma un poco de ruido cuando la dejan en el suelo y lo miraremos, porque siempre hemos intentado que se programe a las 11.30, 12 de la noche». Este diario intentó ayer, sin resultado, ponerse en contacto con la concejala de Medio Ambiente, Ana Navarro.