La magistrada Lourdes García Ortiz tomó ayer oficialmente posesión de su cargo como nueva presidenta de la Audiencia Provincial de Málaga, un cargo que ocupará el próximo lustro y en el que estuvo arropada por la Sala de Gobierno del TSJA y numerosos responsables políticos, judiciales, policiales y militares. En su discurso, se marcó, entre sus prioridades, «lograr la igualdad efectiva» entre hombres y mujeres en la carrera judicial aplicando para ello las directrices de la Comisión de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

También se marcó, como retos, favorecer el protocolo de actuación contra el acoso en la carrera, la lucha contra la violencia doméstica y de género, mantener relaciones fluidas con todos los colegios profesionales (abogados, procuradores y graduados sociales), con sus compañeros y los responsables de Justicia de la Junta de Andalucía.

También incidió en la necesidad de implantar el Plan de Modernización de la Justicia, culminando el desarrollo del expediente digital, la llegada de los tribunales de instancia, la modernización de los edificios y aumentar las plazas judiciales, así como dar solución a los problemas de los jueces de la provincia.

Sin embargo, también prometió hacer plenillos sectoriales con sus compañeros para unificar criterios y evitar que dos resoluciones emanadas de salas vecinas sean contradictorias, lo que significa ganar en seguridad jurídica.

La mediación, la llegada de medios humanos y materiales, la relación con los medios y el fortalecimiento de los servicios comunes son algunas de sus líneas maestras.

Pese a todo, había dos asuntos a los que nadie pudo sustraerse: es la primera mujer que preside la Audiencia y, por otro lado, la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) pidió al CGPJ que anulara su nombramiento al entender que existe incompatibilidad al pertenecer a la Sala de Gobierno del TSJA, al igual que su marido, actual presidente de la Audiencia Provincial de Granada. Al final, será el Supremo el que deba resolver en un sentido u otro.

En relación al primero de los asuntos, la vocal del Poder Judicial Pilar Sepúlveda recalcó que García Ortiz es «una mujer luchadora que ha roto el techo de cristal», y destacó que sólo nueve mujeres son presidentas de un total de 50 audiencias provinciales.

Sobre el segundo, la propia García Ortiz señaló: «Nada he ocultado», para indicar después que accedió al cargo en buena «lid y con plena honestidad» y que sus circunstancias personales eran conocidas por la Sala de Gobierno, pero, pese a ello, ha enviado un escrito a este órgano en el que propone «evitar coincidencias» hasta que el Supremo resuelva el asunto.

El presidente del TSJA, Lorenzo del Río, habló del «respeto a la ley y las instituciones, no es serio el recurso fácil tergiversando la realidad en los medios de comunicación», explicó que la votación fue muy reñida y defendió el nombramiento de García Ortiz porque tiene carácter «ejecutivo, se presume válido, un acto debido». Luego, en el mismo tono, afirmó: «Me importa la imagen de los órganos de gobierno del Poder Judicial». Antes, había dicho: «Debemos ser capaces de cumplir con lo mismo que exigimos a los ciudadanos».

Dedicó el último tramo de su intervención para desear suerte a Lourdes García Ortiz, a la que definió como una persona muy cercana a la que se valorará por su comportamiento personal y profesional y recordó la complejidad que tiene una Audiencia como la malagueña, mostrándose confiado en que esta magistrada desarrollará una buena labor durante su mandato.

García Ortiz lleva en Málaga desde 1991 y, hasta su nombramiento como presidenta de la Audiencia Provincial, presidía la Sección Segunda del mismo órgano. Es experta en Derecho Penal y docente.