La ingeniería asturiana «Media Madera Ingenieros Consultores», empresa española líder nacional en fabricación de puentes de madera, construirá en Málaga el que será el puente de madera más grande construido en España y uno de los mayores de Europa con casi 300 metros de longitud, cuatro de ancho y una luz máxima entre apoyos de casi 70 metros.

La pasarela de uso peatonal y ciclista se instalará sobre el río Guadalhorce, en el paraje natural de su desembocadura, y será construida íntegramente en las instalaciones que esta ingeniería tiene en Tabaza (Carreño), informa la empresa en una nota de prensa.

La construcción del puente cuenta con un presupuesto superior a los 1,2 millones de euros, a los que se sumarán cerca de 390.000 euros para la obra civil y cimentación.

Este proyecto forma parte de la Senda litoral que impulsa el equipo de gobierno de la Diputación de Málaga para comunicar peatonalmente todo el litoral de la provincia.

La mesa de contratación de la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga propuso el jueves pasado la adjudicación del proyecto de la pasarela peatonal por un importe total de 1.598.894,99 euros (incluido IVA). Esta inversión será financiada al 50% entre el Ayuntamiento de Málaga y la Diputación Provincial.

La empresa asturiana construirá el puente pero será instalado por la empresa Urinci. La obra civil correrá a cargo de Obras Generales del Norte, por 389.197,66 euros. Cabe recordar que esta destacada actuación ya recibió la autorización de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía.

El emplazamiento propuesto para la misma, es la desembocadura de dicho río al mar Mediterráneo, una zona con un importantísimo valor paisajístico y medioambiental, que hace idónea la utilización de la madera como material estructural, siguiendo así la línea marcada por el proyecto de Senda Litoral y por otras actuaciones realizadas en Europa.

En el diseño del puente, la estructura de la pasarela está formada por siete vanos. Destacan poderosamente las formas curvas de los siete arcos principales de configuración creciente, siendo la luz del vano central que salva el ramal del río con su caudal habitual cercana a los 70 metros, más los siguientes arcos simétricos con luz de más de 55 metros, y más de 35 metros los siguientes y más de 15 metros los últimos respectivamente. Su barandilla envolvente de formas redondeadas recuerda a las cuadernas de un barco, y se ha buscado el compromiso entre la estética y una óptima eficiencia estructural, según informa la empresa asturiana.

La utilización de un material como la madera «acentúa la apariencia orgánica de la estructura, que debe integrarse en un entorno de importantísimo valor paisajístico y ambiental como es el Paraje Natural Desembocadura del Guadalhorce».

La firma asturiana señala también que la durabilidad de la madera, una cuestión clave, «se garantizará mediante un proceso de tratamiento en profundidad a presión en autoclave con sales hidrosolubles, lo que combinado con un minucioso diseño del detalle constructivo asegura una larga vida útil, comparable a la de cualquier otro material, con un mínimo mantenimiento».