La Subdelegación del Gobierno en Málaga espera que el Centro de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) que se está acondicionando en el puerto de la capital esté activo antes de verano, según indicó a Efe la subdelegada, María Gámez.

Gámez explicó que la intención es tenerlo listo antes de que llegue el «tiempo en el que el recinto ferial ya no estará disponible», con lo que hizo referencia al actual uso de una caseta de la Feria de agosto para «números pequeños» de inmigrantes como «paso intermedio» mientras se acondiciona «otra infraestructura».

«El suelo que ya está cedido por el Puerto es una estructura más importante que nos llevará un tiempo», destacó Gámez, que admitió que no existe todavía una solución «autosuficiente» en Málaga para poder atender las llegadas de inmigrantes en pateras, ya que estos son trasladados al CATE situado en San Roque (Cádiz).

Málaga es actualmente un «puerto de transición», según expresó María Gámez, que apuntó que la Subdelegación del Gobierno del PSOE se ha encontrado un «erial» en la preparación de infraestructuras para atender a los inmigrantes, pese a que ya se notaba en años anteriores una «subida» en el número de llegadas.

Según datos facilitados a Efe por la Subdelegación del Gobierno, el año pasado llegaron al Puerto de Málaga 11.062 inmigrantes rescatados de 112 pateras, de los que al menos 1.292 eran mujeres y 344, menores.

Durante 2018, 5.426 de los inmigrantes que llegaron a Málaga fueron trasladados al CATE de San Roque y 5.636 permanecieron en la capital malagueña, donde estuvieron en instalaciones como la caseta del recinto ferial durante las 72 horas que marca la ley para su identificación y trámites administrativos. El número de llegadas es ampliamente superior al del año anterior, lo que -según Gámez- confirma una «tendencia al alza significativa en los últimos cuatro años», ya que las cifras «ya habían aumentado» en los años previos. «Da la impresión por las cifras de que ha irrumpido la inmigración este año y no es así», subrayó la subdelegada, que valoró la gestión como «eficaz» y contó que hay «vías de solución» mientras dura el proceso de preparación del CATE malagueño.

María Gámez indicó que el centro de San Roque es un dispositivo «con capacidad más que suficiente» para aquellos inmigrantes que actualmente no pueden ser atendidos en la capital malagueña y que tendrán que «acompasar los dos tiempos» entre el acondicionamiento del nuevo centro en Málaga y la llegada del verano.