El encierro del personal de limpieza en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga llega a su tercer día. La basura de los centros sigue acumulándose, pero las empresas, los trabajadores y la institución académica todavía no han llegado a un acuerdo. Este miércoles se ha vuelto a repetir la concentración de otros limpiadores a las puertas del edificio, que ya se había dado en la mañana del martes.

Ocho días después de iniciarse la huelga de limpieza, medio centenar de limpiadores se encerraron este lunes de forma indefinida en la Facultad de Derecho. Ante esta situación, la institución académica ha reforzado las medidas de seguridad y ha empezado a restringir el acceso al edificio. Solo se permite la entrada de aquellos con carné de estudiante y, según una integrante del comité de huelga, Rocío Bueno, los trabajadores que han salido de la facultad, no han podido volver a entrar.

El personal de limpieza que se ha reunido delante del edificio intenta prestar su apoyo a los que están dentro. Rocío ha afirmado que se ha prohibido el paso a la cafetería a los limpiadores, y que no se permite la entrada de comida del exterior. El secretario general de la UGT FeSMC Málaga ha apuntado que la huelga seguirá "todo el tiempo que haga falta".

La delegada territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad de la Junta de Andalucía en Málaga, Carmen Sánchez Sierra, ha explicado que el pasado viernes trasladó a la institución académica las reivindicaciones de los trabajadores de limpieza para intentar que se lleve a cabo una reunión entre las partes para abordar una posible solución al conflicto.

Por su parte, Miguel Ruiz, responsable de CSIF, una de las empresas adjudicatarias de la limpieza de la UMA, ha recordado que la universidad había indicado el pasado viernes que se iba a poner en contacto con las empleadas este lunes o martes. Sin embargo, la comunicación sigue sin producirse.

Las clases en Derecho, suspendidas

La Universidad de Málaga ha decidido suspender temporalmente las actividades docentes presenciales en la Facultad de Derecho y disminuir los servicios de la misma, ante la imposibilidad de poder realizar la actividad académica en condiciones normales. Se trata de una medida en todo caso excepcional y provisional, en la que nunca se ha barajado el cierre del centro, tomada este miércoles por la mañana tras una reunión entre el decano y el rector de la UMA.